El sector de la maquinaria agrícola en Argentina enfrenta un proceso de recuperación tras dos años difíciles. Gustavo Piccioni, presidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC), analiza la situación actual, los desafíos y las oportunidades que enfrenta la industria.
Piccioni destaca que la actividad comenzó a repuntar en el segundo semestre de 2024, aunque aún se encuentra lejos de los niveles de 2021 y 2022. Este leve crecimiento se debe, en parte, a mejores cosechas y rindes normales impulsados por recientes lluvias. Otro factor clave ha sido la mejora en el financiamiento, que pasó de ser una oportunidad a una necesidad para los productores agropecuarios.
«El sector ha empezado a recuperarse, pero todavía falta mucho para alcanzar los niveles de actividad de 2021-2022″, explica Piccioni. «La buena noticia es que en los últimos meses la cantidad y la calidad del financiamiento han mejorado considerablemente».
Desafíos Clave para el Sector
A pesar de la leve reactivación, el sector enfrenta importantes obstáculos. La competitividad sigue siendo el principal desafío, con dificultades para competir con productos importados y posicionarse en mercados internacionales. Entre los factores que afectan la competitividad, Piccioni menciona:
- Presión Tributaria e Impuestos Laborales: Un estudio sectorial indica que estas cargas explican entre el 20% y el 25% del costo de los productos.
- Convenio Colectivo de Trabajo Obsoleto: Con más de 40 años de antigüedad, el convenio laboral no se ajusta a las necesidades actuales del sector.
- Infraestructura Deficiente: Los costos de transporte interno encarecen la exportación de maquinaria. «Sacar una máquina a puerto cuesta más que enviarla al exterior», ejemplifica Piccioni.
- Innovación Tecnológica: Aunque la maquinaria agrícola argentina es reconocida internacionalmente por su calidad y tecnología, la industria debe seguir innovando para mantenerse competitiva.
Posicionamiento internacional
La maquinaria agrícola argentina goza de un alto reconocimiento a nivel mundial en términos de calidad y tecnología, pero enfrenta dificultades en materia de costos. Piccioni señala que la maquinaria argentina es entre un 25% y un 30% más cara que la importada, principalmente por la carga impositiva y los costos laborales.
Para mejorar la competitividad internacional, se plantea una doble estrategia:
- Innovación constante por parte de las empresas.
- Reducción de la carga tributaria y actualización del marco regulatorio por parte del Estado.
En cuanto a los mercados de exportación, las empresas argentinas ya tienen presencia en Europa del Este (Bulgaria), Sudáfrica y países de la región como Colombia y Paraguay. Rusia representaba un mercado repleto de oportunidades para las empresas locales, pero el conflicto en el país obstaculizó significativamente el desarrollo de los agronegocios. En su lugar, Brasil aparece como un objetivo estratégico a futuro.
Las expectativas para 2025 indican un crecimiento del 10% al 15% respecto al año anterior, aunque Piccioni advierte que «el año pasado fue uno de los de menor actividad en muchos años». El humor empresarial se describe como un «optimismo moderado», con cautela ante los desafíos existentes.
El rol de Córdoba en la industria
Córdoba es una de las provincias líderes en la producción de maquinaria agrícola en Argentina, compitiendo directamente con Santa Fe. Dependiendo del indicador utilizado, puede considerarse la primera o la segunda provincia en importancia dentro del sector. El 95% de las empresas son PYMES familiares radicadas en el interior de la provincia, lo que resalta su impacto en las economías locales.
A pesar de las dificultades económicas de los últimos años, el sector ha demostrado un fuerte compromiso con el empleo, evitando despidos masivos y sosteniendo su fuerza laboral.
El sector de maquinaria agrícola en Argentina, y en particular en Córdoba, muestra signos de recuperación tras un período de crisis. Sin embargo, la competitividad sigue siendo el principal desafío. La calidad y tecnología de los productos argentinos son valoradas a nivel internacional, pero la alta carga impositiva y un marco regulatorio obsoleto dificultan su crecimiento y expansión.
El futuro del sector depende de la mejora en las condiciones de competitividad, una agenda de innovación constante y el acompañamiento del Estado en la reducción de cargas impositivas y modernización del marco laboral. Solo así podrá aprovechar todo su potencial y consolidarse como un actor clave en la economía argentina y global.