Estudiantes de Río Cuarto ganó la final más importante de su historia y se quedó con el segundo ascenso de la Primera Nacional a la máxima categoría del fútbol argentino. Es que no es poca cosa ya de por sí, y al tratarse de un club que hace 40 años no pisaba Primera División, se agiganta aún más. Hoy, es una realidad en las calles cordobesas.
La historia del León del Imperio
Fue fundado en 1912 y vivió una verdadera montaña rusa a lo largo de toda su historia. Claro, porque su andar en el fútbol estuvo lejos de ser regular en estos 123 años de vida. Su época más gloriosa la vivió en los 80s. Es que esta década fue la que logró jugar en Primera División por primera vez en su historia. Tres años consecutivos: 1983, 84 y 85 fueron los marcos en los que el Celeste se codeó con los grandes.
Y acá llega la montaña rusa. Porque luego de estar en la cresta de la ola, esa espuma bajó y el equipo de Río Cuarto bajó considerablemente de categoría. Con la reestructuración de los torneos, el León tuvo épocas duras en las que pasó desapercibido. 16 años en el Argentino/Federal B estuvieron los cordobeses, una estadística dura para un club que supo tener sus años de gloria en Primera.
El entrenador que marcó el rumbo
Pero fue l a llegada de Marcelo Vázquez la cual cambió el camino. Arribó a la institución en 2015 y los logros no tardaron en llegar. Fue 2016 el año que consiguió el ascenso al Federal A y en 2019 lo hizo a la la Primera Nacional.
Y claro, desde que el deté llegó a la institución, el club no ha parado de crecer. Luego de las finales perdidas en 2021, decidió dar un paso al costado, pero su legado sigue vigente. El reemplazo tardó, pero llegó. Iván Delfino desembarcó en Río Cuarto, metió un campañón y, hoy, respira Liga Profesional.

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