Gigliotti y un escándalo en Colón: «Un técnico quiso pegarle a un jugador en una práctica»

Colón de Santa Fe no tuvo un año ni parecido a lo que se expectaba a principio de la temporada. El Sabalero se había armado para pelear arriba y recuperar la categoría que perdió en 2023 luego del desempate ante Gimnasia. Pero claro, los refuerzos de jerarquía no siempre garantizan buen rendimiento y es justamente eso lo que le sucedió a los santafesinos.

Sí, porque en el mercado de enero, Colón repatrió a Marcos Díaz y a Emmanuel Gigliotti. Unos refuerzos que, a priori, servirían para poder pelear el ascenso. Lo cierto es que, lejos de eso, la temporada fue muy mala en cuanto a resultados y el Sabalero quedó a un puñado de puntos del descenso.

La temporada dejó heridas profundas en Santa Fe y Emmanuel Gigliotti decidió contarlo sin filtros. El delantero, que había llegado como refuerzo-franquicia para liderar el ataque Sabalero, repasó un año “difícil de digerir” y cargó contra la conducción saliente.

Describió un Colón “desbordado”, con atrasos salariales, ausencia dirigencial y situaciones límite en los entrenamientos. El Puma asumió responsabilidades, pero apuntó contra el presidente y algunos técnicos.

“Sucedieron cosas que no había vivido en mi vida”, aclaró el Puma. Es que según sus dichos, un entrenador quiso pegarle a un jugador en plena práctica. Y no solo eso, sino que también sostuvo que hubo un utilero entrenando con el plantel profesional o que el hijo de un integrante del cuerpo técnico particpó de las sesiones de entrenamiento. Aunque no dio nombres.

La crítica más fuerte fue para Víctor Godano, a quien acusó de no aparecer en el momento más delicado del plantel. “El presidente estuvo en el edificio y no se acercó a saludar”, reveló, describiendo una ruptura total entre futbolistas y directivos.

El delantero también apuntó a la deuda salarial: “Un solo jugador cobró. El resto depende de la comisión”. Una frase que expuso el desorden económico de una CD que se retira sin haber cumplido con el plantel.

Igualmente, fue igual de autocrítico respecto a lo futbolístico: “No competimos en todo el año, salvo en los primeros cuatro o cinco partidos. El grupo siempre quiso hacer un poco más. Nadie estaba conforme. Fue vergonzoso no pelear por nada ni entrar al Reducido”. Y si hilamos en las estadísticas, el equipo ganó nueve partidos, empató cinco y perdió ¡20!

Sobre su continuidad, fue tajante: “Depende 100 % del técnico. A varios no nos quiere tener en cuenta”. Con 37 años y tras su paso irregular por Colón, aseguró que seguirá en actividad: “Voy a jugar hasta que pueda. La sinceridad es mi manera de ser, es lo que les enseño a mis hijos: valores, respeto, educación”.