Aún restan datos oficiales para conocer el daño que la pandemia generó en la actividad económica del país en 2020. Pero la mayoría de los sondeos y estudios hablan de una caída histórica que rondará un 11% en la contracción del PBI. La mayoría de los sectores están transitando una tibia recuperación o tratando de adaptarse a un nivel de demanda que, tras lo peor de la pandemia, quedó algunos escalones abajo.

Ese marco lo supieron graficar los dirigentes de la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro de la República –Fecac- que remarcan que la demanda se recuperó, pero se acomodó en un nivel 25% más debajo de la prepandemia. Al margen del turismo, los eventos sociales y el entretenimiento, hay actividades que intentan despegarse del efecto Covid-19 y comenzar a consolidar una reactivación. Y en el amplio espectro productivo que encierra Córdoba, hay dos ramas que se miran con especial atención, por su efecto derrame: la industria y la construcción.

Por el lado de la industria, la Unión Industrial de Córdoba (UIC) acaba de difundir su último relevamiento sectorial, con datos a diciembre y la respuesta de 273 firmas. Un aspecto interesante de este trabajo es que segmentó la consulta en función del tamaño de la industria. Así, se sabe que en la subcategoría de las pequeñas empresas, “los niveles de actividad de noviembre resultaron similares a los del mismo mes del año anterior y levemente más bajos que los de octubre 2020; la cadena de pagos se ha recuperado; el aprovisionamiento de materias primas es un temor presente en todos e incluso un tercio piensa que será aún más dificultoso que en los últimos tres meses”.

Un nivel más arriba, para el segmento Medianas Tramo 1, se remarca que “la mayoría prevé que la demanda interna se mantendrá estable en el cortísimo plazo, pero hay más optimismo con relación a la demanda externa. Esperan mantener en el mismo nivel su stock de productos, aunque creen que obtener los insumos necesarios será cada vez más difícil”.

Y entre las industrias grandes se señala que “vislumbran un escenario de cortísimo plazo de estabilidad, aunque un tercio afirma que el mercado interno crecerá en los meses de verano. Creen que en estos próximos meses el abastecimiento será todavía más difícil de lo que viene siendo”. En concreto, el reporte señala que la cadena de suministros preocupa a la industria en su conjunto; la mitad de las empresas consultadas piensa que en los tres meses siguientes va a seguir siendo difícil abastecerse y poco más de un tercio, que será todavía más complejo.

Ese análisis tiene mucho que ver con el problema de abastecimiento que recrudecía desde octubre, al ritmo de la disparada del dólar paralelo. Luego, el ‘blue’ se calmó y retrocedió varios escalones, pero las restricciones para acceder al dólar oficial y las consecuentes dificultades para comprar insumos en la industria y en la construcción no cesaron.

“Nosotros tuvimos un buen año y atendimos parte de la demanda, no todo, por falta de insumos. Tenemos materias primas que vienen del Golfo y no se consiguen o vienen con muchas demoras. Y también hay problemas con piezas que se fabrican acá porque se comprimió la oferta. Partes como motores y bombas están con complicaciones de entrega”, contó un empresario cordobés dedicado a la fabricación de piscinas.

Metalúrgicos, afectados. Los empresarios nucleados en la Cámara de Industriales Metalúrgicos también dieron cuenta de esta situación. El último informe de esa entidad advierte que, “teniendo en cuenta las restricciones impuestas por el Banco Central al acceso de dólares oficiales, el 49,5% de los metalúrgicos cordobeses reporta que su empresa se ha visto afectada negativamente por dicha medida. A su vez, el 85,4% reporta problemas en los últimos dos meses para reponer materias primas”.

“La realidad es que todos estamos especulando. Cuando el dólar llegó a 195 ‘mangos’, ese día me llamó gente para hacer compras millonarias. Después, cuando bajó se calmó, pero sigue habiendo gente queriendo comprar, por la desconfianza. Están acopiando porque nadie sabe qué pasa. Por eso no hay entrega de materiales. Hubo una merma en la producción y sumado a esto, claro que faltan materiales”, contó un empresario que provee insumos a la construcción.

En ese sentido, brindó algunos detalles de su experiencia directa en la compra de insumos importados: “Hay una reactivación en la demanda, se nota. Por ejemplo en los materiales siderúrgicos. Pero siguen las trabas. Yo tenía importaciones para octubre, noviembre y diciembre desde Brasil y me las patean a abril. Me cambiaron los precios, cosas que no pasan en el comercio internacional. Esa inflación va a llegar a Argentina. El acero no se consigue. Alambron, la materia prima para hacer alambre tampoco. Y el mineral de hierro casi duplicó su precio. Si no podemos importar mineral de hierro se va a parar la industria de forma calamitosa. No quiero ni pensar eso”, afirmó el empresario cordobés.

El empresario, dirigente pyme, participó días atrás de un encuentro entre miembros del sector privado con el ministro de Economía, Martín Guzmán. Al funcionario nacional se le demandó, entre otras cosas, la necesidad de bajar la presión tributaria.

Muchachos, ni lo sueñen. Nosotros tenemos que privilegiar el equilibrio fiscal, no podemos bajar impuestos”, fue la respuesta del discípulo de Joseph Stiglitz. “Acá nadie habla de la verdad de la milanesa. El Gobierno necesita generar divisas y se está comiendo los dólares. Por eso caemos en esta brecha cambiaria que pega tanto en el comercio, la industria y la construcción. Si toda la gente está comprando materiales a un dólar de $85 y el blue está por encima de 150, tenés el lío que tenemos hoy”, repasa el empresario.

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