Sergio Chitero (izquierda) con uno de sus asesores en el Depro.

Sergio Chitero (izquierda) con uno de sus asesores en el Depro.

El entrenador de Defensores de Pronunciamiento de Entre Ríos, Sergio Chitero, confía en sus jugadores para derrotar a River Plate en los 32avos. de final de la Copa Argentina y advirtió que para eso necesitarán de «rebeldía, corazón y alma».

En diálogo con Télam, Chitero dijo que el encuentro de este miércoles en el estadio de Banfield será «un gran desafío» que marcará su estreno bajo el rol de entrenador luego de su reciente retiro como futbolista.

Asumido el alejamiento de la actividad profesional durante la pandemia de coronavirus, Chitero tuvo trabajos pasajeros fuera del fútbol como encargado de un edificio y en la suplencia para un puesto de ordenanza escolar.

Pronunciamiento es una localidad entrerriana de alrededor de 2.000 habitantes, a 35 kilómetros de Concepción del Uruguay

Chitero, de 37 años, inició su carrera en Atlético Paraná como delantero con un paso por Patronato (2012-2014 y 2015), que incluyó el ascenso a primera división en 2015, y Defensores de Pronunciamiento (2017-2018).

El joven DT del Depro, en charla con Télam, dio detalles del equipo que milita en el Federal A, el que sueña con darle a Entre Ríos un triunfo inolvidable ante el club que ocupa el primer lugar de Sudamérica, según la Conmebol.

-Chitero, ¿qué le genera enfrentar al River de Marcelo Gallardo en su debut?

-Me genera felicidad y orgullo enfrentar a River. Y que arranque mi carrera frente al mejor técnico de los últimos años del fútbol argentino es otro orgullo tremendo. Yo sé que acá deberían estar (Hernán) Orcellet y su cuerpo técnico porque hicieron un gran trabajo, pero el destino me puso a mí.

-¿Qué posibilidades tiene el Depro contra River?

-Y esto sería como poner un ficha y acertar un pleno si ganamos. En el fútbol puede pasar cualquier cosa. Ojalá River ponga lo mejor, y lo harán porque son muy profesionales. Trabajamos en este poco tiempo para saber cómo lastimar a River. Ellos tendrán la iniciativa y buscaremos golpearlos en algún momento. También tendremos alguna pelota parada. Esto no deja de ser un juego. Hay estrategias, formas de encarar un partido y se trabaja. Pero es un juego donde hay otras cosas que no manejamos. Un gol tempranero, un penal, nos podemos levantar con el pie derecho y River con el izquierdo, y por eso este deporte es tan lindo.

-Se retiró en plena pandemia, ¿cómo llegó la chance de dirigir su primer equipo?

-Después de jugar en Atlético Paraná tuve la chance de ir a otros clubes, pero no me convenía económicamente. Tenía que mover a toda la familia y no valía la pena. Nos radicamos en Paraná. Creí que mucha gente que conocí en el fútbol me podía dar una mano, pero no fue así. Pensé que esa gente que te tenía como amigo te iba a abrir los caminos y no fue así.

Cuando arranca la pandemia aparece gente extraordinaria como la tía de mi señora, María Beatriz, que sabía que estaba sin trabajo e hizo el contacto con un administrador de edificios y me dio el trabajo. También dirigí un equipo de fútbol amateur y conseguí una suplencia para un puesto en ordenanza de escuela. Con esos dos trabajos llevé tranquilidad emocional a la familia. En el ascenso no te salvás, por más que haya capitalizado algunas cosas, pero el dinero se va. Siempre pensé que iba a dirigir un equipo. Cuando surgió esta posibilidad no lo dudé un segundo. Conozco al club, a los muchachos, la responsabilidad que lograron en estos últimos años. Me despedí de la mejor manera en los otros trabajos y me puse a disposición de la dirigencia.

-¿Sus jugadores se dedican exclusivamente al fútbol?

-Tengo algunos jugadores que tienen más trabajos. Por lo general, hacemos los entrenamientos a la tarde porque a la mañana un 65% del plantel tiene otro trabajo y tenemos que ajustar todo eso. Cuando me inicié me pasó algo así para llevar más dinero a casa. Trabajan en aserraderos, en puestos administrativos, en el campo o con un negocio propio.

-¿Para usted, los jugadores y todo el club, este encuentro significa algo más que un partido?

-A mí no me modifica en nada enfrentar a River. El gran objetivo está puesto en el Federal, pero esto es profesionalismo y tenemos que afrontar la situación ante el mejor equipo de América. Depro tiene un corazón enorme y y los futbolistas no solo juegan por sus sueños, también por el de mucha gente que ha pasado por el club. Tendrán que potenciarse por el sueño de toda una provincia. Es un desafío. Para eso tienen que sacar rebeldía, jugar con corazón y alma porque es una posibilidad para ellos.

-¿Piensa mucho con este duelo?

-Sí. Sueño con ganar, abrazarme con mis jugadores y pegar un grito al cielo por haber ganado. Hay que aferrarse a los sueños. Acá hay trabajo y a los sueños hay que acompañarlo con trabajo y confianza. Ojalá mis muchachos hagan un buen partido y en la próxima temporada no los tenga porque quiere decir que hicieron bien las cosas.