La investigación se desarrolló en Villa María. Detectaron que desde 2009 se conformó una red de empresas falsas, para blanquear ventas de cereal en negro y así evadir el pago de impuestos. El líder identificado por la Justicia es Fernando Luis Cuello. Pero se suman una veintena de personas que habrían participado en diferentes roles, incluida su pareja Natalia Paulus.

Según la acusación, la banda actuó en forma “cohesionada y coordinada, con cierta permanencia y habitualidad, contando con una estructura jerárquica, para realizar continuas actividades tendientes a cometer ilícitos tributarios, concretamente delitos de evasión fiscal, obteniendo en consecuencia importantes beneficios económicos en detrimento de las arcas públicas”. La comercialización de cereales se realizó en Río Tercero, San Agustín, Despeñaderos y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Utilizaban personas o empresas de identidad ficticia, para ocultar a los verdaderos sujetos obligados del pago de diversos impuestos. En este esquema, F.G. Cereales SA –cuyos accionistas son Jorge Ricardo Ferrer y Sergio Luis Guevara– y Luis F. Farías e Hijos SRL, luego Cercal SRL, compraban cereal en negro. Para blanquear esas operaciones, usaron las firmas Algeciras SA, Corretajes Group SA, Produc Tan SRL y la persona física Daniel Pelayes. Estas figuraban como contribuyentes funcionales a la emisión de facturas apócrifas, que eran controladas por los integrantes de la banda mediante el manejo remoto de claves fiscales y bancarias.

Natalia de los Ángeles Paulus, pareja de Cuello, habría tenido un rol preponderante como organizadora del grupo. Figuraba como accionista de la mayoría de las empresas, entre ellas Swetenson SA, Árbol Grande SA y EFCE SA. Se determinó que era la encargada de dirigir y gestionar diariamente a esas firmas.

Hipótesis

Las presunciones que lleva a juicio a la mayoría de los acusados se centra en la actividad de FG Cereales, porque era una de las firmas reales utilizadas por la asociación para que la maniobra pergeñada no pudiera ser advertida a ojos del órgano de control. El rol de la firma era hacer aparecer que compraban granos a las empresas apócrifas. Con esa maniobra no solo blanqueaban el cereal que el grupo había adquirido marginalmente a productores reales, que permanecieron ocultos, sino también para computar crédito fiscal a raíz de las operaciones inexistentes llevadas a cabo con las empresas apócrifas, obviamente sin el correlato de débito fiscal correspondiente justamente porque esas operaciones nunca existieron.

Manejaron volúmenes importantes de comercialización de granos. Lo demuestra que muchas de las ventas terminaron en los gigantes del sector. De la documentación secuestrada en el domicilio de FG Cereales SA surgieron cartas de porte emitidas por Cercal SRL, de junio a septiembre de 2012, cuyos destinatarios fueron Vicentin SAIC (en su gran mayoría), Bunge Argentina SA, Boca Del Río SA, Cargill SACI, entre otros.

La audiencia se abrirá el jueves próximo en el Tribunal Oral Federal 2. Será presidida por José Fabián Asís. Los otros dos jueces que intervendrán son Noel Costa y Jaime Díaz Gavier.

Los acusados

Fernando Luis Cuello (organizador o jefe), Natalia de los Ángeles Paulus, Jorge Ricardo Ferrer, Sergio Luis Guevara, Diego Gastón Ludueña, Luis Fernando Farías, Julio Daniel Lujan, Rubén Rodolfo Ceva, Rosendo Cesar González, Matías Elvio Giuggioloni, Daniel Ramón Pelayes, María Fernanda Farías, Juan José Ros, Rubén Omar Di Primio, Miguel Ángel Ortega, Félix Armando Cabral, Julio Omar González, Marcelo Alberto Sbagzdis, Néstor Rubén Beltrame, Pablo Martín Zotello y Horacio Omar Cismondi.

(Especial por María Ester Romero para Perfil Córdoba)

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