Nicolás Sebastián Murúa (43) quedó detenido en la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA) el pasado 12 de marzo. Es investigado por abuso sexual con acceso carnal y por amenazas a través de las redes sociales.
La víctima es su hija Nayla Janet Farías (18) que decidió hacer público su caso y contar su historia. El hombre comenzó a abusar de ella cuando tenía 13 años. Recién tres años después, sea animó a denunciarlo. pero en febrero de este año volvió a aparecer a su vida y ya no vive tranquila, ni siquiera ahora que está preso.
Desde adentro de la cárcel, el hombre volvió a amenazarla de muerte a ella y a su mamá, quien también sufría violencia de género. Los mensajes los sigue recibiendo a través de Facebook Messenger, cuenta que ya no está disponible.
El domingo a las 14:30 le escribió por esa vía y le advirtió: “Estaré encerrado pero tengo conocidos afuera y lo sabés muy bien. Ahora estoy dispuesto a todo. Me hartaron, se piensan que porque esté acá (por la cárcel) me van a frenar. Es tan equivocadas las dos, ya van a ver de lo que soy capaz. Las voy a matar, total no tengo nada que perder. Pronto se van a acordar de mi“.