Campazzo, "Lucho", "Koki", "Tomás", "Tato", Nicolás, Iván, "Manu” los amigos de la infancia de "Facu"

Campazzo, «Lucho», «Koki», «Tomás», «Tato», Nicolás, Iván, «Manu” los amigos de la infancia de «Facu»

Si bien Manuel Buendía es cuatro años más chico que el base de Denver, la admiración y el respeto por Facundo Campazzo, como el afecto se delata. Cuando nombran al basquetbolista que lleva la “7” en su espalda, tanto él como su hermano Iván sonríen y los recuerdos ahondan en una charla con Télam, luego de que el nombre del jugador de la Selección sea el del gimnasio del Club Municipal, en el barrio de Alta Córdoba.

“Uno lo ve cuando él va a Córdoba, a su barrio, a esa gente que nunca se despegó del club y nosotros tampoco. Se reconoció a esa cancha donde el mismo Facu creció, aprendió y se divirtió, donde uno lo hizo y todos los que saben que significa que pongan el nombre de él ahí es algo tremendo”, indicó el basquetbolista profesional.

“Cuando nos enteramos que querían ponerle el nombre de él al gimnasio fue muy lindo porque significa mucho, no sólo en la infancia de él, sino en la de todos los que pasamos por ahí. Tengo muy lindos recuerdos, debe ser inexplicable ese reconocimiento”, indicó Buendía, que creció a media cuadra del Club Municipal.

“Manu”, cuatro años más chico que su hermano Iván, quien es de la misma categoría de Campazzo, se disputaban el “logro” de quién llegaba primero a la cancha de “Muni“, en una competencia sana que mostraba el amor por el básquet en épocas de la escuela y en interminables siestas y veranos de Córdoba.

“Junto a Iván llegábamos a casa, tras terminar el colegio e íbamos al club y ese era nuestra rutina, Pero muchas veces “Facu” nos ganaba y cuando llegábamos lo veíamos tirando al aro”, cuenta con una sonrisa donde admite que sus “herramientas” eran el pantalón corto, la remera, zapatillas, la pelota y bolsito con algunas monedas para la merienda.

Los deportes de Campazzo y el espíritu competitivo

Municipal de Córdoba es un club, en el que Buendía recuerda que contaba con disciplinas como vóley masculino y femenino, hockey femenino. natación, karate, saltos ornamentales, gimnasia rítmica, donde junto a sus amigos y “Facu” conocían y disfrutaban de la vida del deporte.

“El ´Negro´ sobresalía en el básquet, siempre tuvo ese talento para tirar fajas y junto a mi hermano sobresalían en su categoría, como los dos jugadores que iban de un lado y del otro”, indicó el ex Gimnasia de Comodoro y actualmente es uno de los bases de Boca Juniors.

Campazzo y "Manu" Buendía, dos basquetbolistas productos de "Muni"

Campazzo y «Manu» Buendía, dos basquetbolistas productos de «Muni»

“Pero también en el fútbol, se hacían unos picados en la parte del fondo del club y él es un talentoso. Es una persona que juega bien a todo, pero siempre con la “naranja” debajo del brazo”, aseguró el también base.

Por otro lado, Buendía cuenta el espíritu competitivo de “Facu” y que no le gustaba perder a nada.

“Él llegaba y agarraba a cualquiera que llegara al club y le decía ´vamos a jugar un 21” o lo que sea y le encantaba jugar, pero no le gustaba perder nunca, es así que si le ganabas buscaba a otro para sacarse las ganas”, indicó.

“Pero había un profesor de vóley que jugaba bien al básquet y tiraba buenos simples, entonces como que era el ´Rey del 21´, no erraba un tiro libre. Era difícil ganarle y a Facundo no se la hacía fácil para ganarle, por eso cada vez que aparecía el profesor (Luciano), Facu le decía ´cómo estás para jugar un 21´ y jugaban le ganaba y al pedirle la revancha se iba y no quería jugarle más”, agregó el también basquetbolista sobre el “Negro”, como cariñosamente lo nombra al jugador de Denver y ex Real madrid.

El equipo de Municipal con Campazzo, agachado al final de la formación (ImagenTv)

El equipo de Municipal con Campazzo, agachado al final de la formación (ImagenTv)

Los amigos y el amor por el básquet, con el sueño de llegar a lo más alto

Iván Buendía, su ex compañero de categoría en Municipal y hermano de Manuel, se refirió a dos momentos claves que atesora junto a Campazzo y sus amigos, un grupo de años de relación que perdura. «”Son importantes en la vida de él», le indicó a Télam.

La NBA en su horizonte

«La última vez que Facundo estuvo en Córdoba, él tiene un bar muy conocido -donde trabajamos ahí- y arriba de la mesa estuvimos discutiendo las preocupaciones que tenía en ese entonces”, afirmó.

» ´Sigo en el Real Madrid o doy el paso a la NBA´, eso fue lo que nos preguntaba a modo de consejo. Obviamente que todos los amigos le dijimos que vaya por su sueño y al año siguiente se hizo su llegada a Estados Unidos para jugar en Denver», rememora con una sonrisa.

Una línea de conducta y amor por lo que Facu siempre quiso

Iván Buendía cuenta que de chico, como vecinos del «Muni» y punto de encuentro en vacaciones, las siestas eran para los chicos que aprovechaban a jugar en la pileta del club, aunque Campazzo contaba con otros planes.

«Todos los amigos en los veranos cuando no había torneos estábamos en la ´pile´ desde las 12 del mediodía hasta las diez de la noche,  pero nosotros veíamos que Facundo tenía su remera, su pantalón corto y el balón, frente a 30 o más grados de calor que hacía», recordó.

«Él en vez de meterse en la pileta estaba al rayo del sol listo para lanzar al aro. Ahora miro hacia atrás y no sólo yo, sino los amigos de siempre, nos damos cuenta porque él llegó a la NBA y nosotros seguimos en Córdoba. Ese detalle habla del sacrificio y de la cabeza que tiene él comparado con todos los jugadores, por su físico y su talla, y por eso digo que es un distinto que se merece lo que le pasa», cerró el ex basquetbolista que aún sueña poder compartir un equipo junto a su hermano y el actual Denver Nuggets en algún quinteto.