Es una negociación difícil, porque ambas partes se desconfían. El Gobierno nacional inició el diálogo formal con Juntos por el Cambio para postergar las Paso por un mes.

El acuerdo está más cerca, pero, como se trata de dos sectores políticos que se detestan, nada puede darse por seguro.

A riesgo de ser reiterativo, en la política argentina nada es lo que parece.

Desde la Casa Rosada, argumentan que el Gobierno nacional nunca se interesó por las primarias. «Es un problema del Congreso», insiste el presidente Alberto Fernández cada vez que habla del tema.

«Es una iniciativa de los gobernadores, de la cual el Gobierno no tiene nada que ver», remarcó hasta pocos días atrás el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro.

Fue la respuesta del cristinista titular de la cartera política nacional cuando en el verano pasado, con el apoyo de todos los gobernadores peronistas (incluido Juan Schiaretti), el diputado tucumano Pablo Yedlin presentó un proyecto para suspender este año las Paso «por única vez».

Discurso y realidad

Una vez más, la realidad le hizo una gambeta a las declaraciones oficiales.

El jueves pasado, fue el ministro De Pedro quien se sentó a negociar con los titulares de los bloques de Juntos por el Cambio.

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Lo acompañó Sergio Massa, como ya veremos otro protagonista de esta novela de enredos y verdades a medias.

No hay dudas de que el primer interesado en eliminar las Paso es el Gobierno nacional. Como no puede, ahora va por la postergación.

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El intento de quitar las primarias no fue frustrado por la oposición. El golpe de gracia vino del propio oficialismo.

Cuando en la Casa Rosada «poroteaban» los votos que tenían en la Cámara de Diputados para suspenderlas, en un almuerzo en la Casa Rosada, que fue informado en esta columna, Máximo Kirchner fue tajante con el Presidente y Massa: las Paso se hacen, porque fue una herramienta que inventaron su padre y su madre.

Además, hay una razón política: La Cámpora, agrupación que lidera el hijo de los creadores del kirchnerismo, aspira a disputarles poder en las primarias a los barones del conurbano bonaerense, en el distrito electoral decisivo del país.

El Presidente descifró rápido el mensaje. Detrás de la negativa del diputado, estaba la opinión de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Fue entonces que el Gobierno nacional puso en marcha el plan B: la postergación.

Diálogo

A Massa le desconfían albertistas y cristinistas. Los opositores comparten ese sentimiento. Pero es un hombre que dialoga con todos los sectores en la Cámara de Diputados que preside.

Venía conversando el tema de manera informal con los legisladores opositores. Massa quería llevarle al Presidente el trofeo de un acuerdo con la oposición para postergar las Paso.

Todo parecía encaminado, pero 10 días atrás hubo una reunión en la Casa Rosada de la que participaron encumbrados oficialistas y los macristas Cristian Ritondo –diputado nacional– y Jorge Macri, intendente de Vicente López.

Luego de ese encuentro, se filtró que había un acuerdo con la oposición para llevar a septiembre las Paso y las generales a noviembre. Entonces estalló la polémica.

Los referentes de Juntos por el Cambio reaccionaron negando un acuerdo y las conversaciones se empantanaron.

Hubo versiones cruzadas sobre quién filtró el dato de un supuesto acuerdo, que no era tal. Ritondo y Jorge Macri no representan ni por asomo a Juntos por el Cambio.

Para los opositores, fue una operación que nació en la Casa Rosada con el objetivo de frustrar las negociaciones por la postergación.

Según esta versión, el Gobierno no quiere postergar las primarias: mantiene su deseo de suspenderlas.

Desde la vereda oficialista, en cambio, culpan al macrismo por la filtración. Están convencidos de que el expresidente Mauricio Macri no quiere negociar nada con el Gobierno.

Más allá de la aprensión que se dispensan oficialistas y opositores, el acuerdo para postergar por un mes las elecciones está encaminado.

Para el Gobierno, es el mal menor. Y los opositores lo único que persiguen es que haya Paso, en cualquier fecha, pero que se vote antes de las generales para elegir a los candidatos a legisladores.

En la interna siempre en ebullición que se vive en Juntos por el Cambio, las primarias son el único camino para conseguir la unidad. En los próximos días, puede alumbrar el acuerdo.

Aunque en la Casa Rosada confían en una última carta que pocos tienen en cuenta: el Presidente cree que la Justicia electoral terminará suspendiendo totalmente las Paso si la ola de contagios de Covid no da un respiro.

SÍNTESIS POLÍTICA

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Edición Impresa

El texto original de este artículo fue publicado el 10/04/2021 en nuestra edición impresa.

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