El impacto de la pandemia generó un cambio en la búsqueda de inmuebles: más espacio y menos cercanía a zonas densamente pobladas son algunas de las referencias que marcan la nueva tendencia del mercado inmobiliario. También se produjo una mayor oferta y una menor demanda, enmarcadas en una disminución de los precios a nivel general.

En cuanto a los precios de los inmuebles se produjo un descenso generalizado que se explica por la disparada que tuvo el dólar y el plus de la pandemia que afectó a la economía de forma global y generalizada.

En ese sentido, el corredor inmobiliario Matías Caballero asegura que quienes cuentan con capital ahorrado están en la búsqueda de oportunidades inmobiliarias: “actualmente hay una crisis a nivel global. Hay poca gente que tiene mucho dinero y hay mucha gente que tiene mucho dinero: lo mismo sucede en el mercado inmobiliario”, explica.

“Sin dudas que invertir en ladrillos sigue siendo una oportunidad. No sólo para uso propio, sino también para alquilarlos y lograr una renta. Más allá de que a veces la renta sea más o menos elevada, es renta al fin. Siempre es un buen negocio invertir en inmuebles ya que la tierra es un recurso limitado muy preciado”.

En cuanto al mercado inmobiliario, las tendencias que dejó el paso de la pandemia son la búsqueda de inmuebles ubicados en espacios verdes y que cuenten con algún tipo de seguridad. El boom de los edificios de departamentos dejó de estar en la mira de los compradores.

“Actualmente, comparado con el contexto de la pre pandemia, hay mucha más oferta en lugares como zona norte, Nueva Córdoba y General Paz. También hay mucha más disponibilidad de departamentos, inmuebles que fueron muy castigados ya que las personas no quieren estar encerradas”, afirma Caballero.

En el afán de la búsqueda de zonas más tranquilas y con espacios verdes, Caballero asegura que “las mejores propiedades en cuanto a precio/producto (dólar y metro cuadrado) se encuentran en barrios abiertos como Urca y el Cerro de las Rosas”

Propiedades en zona norte: tipología y precios

La casa tipo ubicada en este zona de la ciudad está conformada por 3 habitaciones; un patio de grandes dimensiones, una o dos cocheras y pileta. Los inmuebles que hace un tiempo cotizaban en US$ 230.000, ahora están a la baja y se ubican en torno a los US$ 180.000.

Un departamento de dos dormitorios ubicado en Urca, ronda los US$ 80.000, mientras que un inmueble de tres habitaciones en Valle Escondido arranca desde los US$ 150.000. 

Si la inversión se traslada al ámbito de los terrenos para la construcción, Caballero detalla que en Urca el precio ronda los US$ 70.000, en Docta (la urbanización de Grupo Proaco) a US$ 30.000 y en 7 Soles a US$ 80.000. 

Perfil del comprador 

“El perfil del comprador es la persona que tiene el dinero guardado y está buscando una oportunidad para invertir”, detalla. Y agrega que “otro factor a tener en cuenta es la seguridad. La sensación de tener una propiedad en un barrio privado le da a las personas una mayor tranquilidad”, señala Caballero,añadiendo que se trata de personas que deciden preservar sus ahorros y comprar un inmueble para habitar, compra de contado, valora la calidad de vida, el espacio abierto y la tranquilidad.

Sin embargo, frente a las ventajas comparativas entre un barrio abierto y uno cerrado, Caballero explica: “si lo comparamos con un barrio cerrado que se encuentra muy alejado de la ciudad, zonas como Urca y Cerro de las Rosas tienen más posibilidades de venderse. Los barrios cerrados que quedan en zona norte como Alto del Chateau; Costa Verde, La Reserva o Las Delicias, son countries a los que muy poca gente tiene acceso”.

“Si tuviese que aconsejar a un inversor, le diría que piense en invertir en una casa, donde tiene el 100% de tierra; contrario a lo que sucede en un departamento. Una casa que tiene tierra, dependiendo la ubicación, siempre va a generar más valor”, finaliza.