El 2021 cerró movido y este año no tuvo un arranque muy distinto para la UCR. Después de unos meses intensos, donde se cruzaron con dureza con una interna hace casi un año, y la división que llegó después con las Legislativas, el radicalismo intentará reconfigurar el GPS, cerrar filas y muscular.

Las jugadas del PRO con el debate por apuestas online, sumado a los cambios en el Concejo que el domingo pasado adelantó PERFIL CÓRDOBA, se leen como consecuencias de otras maniobras que oculta el espacio amarillo y algunos en la UCR no alcanzan a descifrar. Por el contrario.

En este contexto, la decisión de los popes del radicalismo fue cerrar filas. Bajar los decibeles de disputas de hace semanas, como las que se vivieron en el Congreso antes de fin de año y tratar de fortalecerse para no llegar dividido al 2023. Algo que, en 2019 se pagó y caro con la peor elección del partido de Alem, Sabattini e Illia.

“Hay puntos de contacto. Sabíamos de antes que las dos concejalas del PRO se iban a ir, por eso intentamos que algunos se acerquen en el Concejo. Pero no es fácil”, señaló a Punto a Punto un armador en las sombras. Hombre que estuvo, además, detrás de las salidas de Daniela Gudiño, Patricia de Ferrari, Elisa Cafaratti y Juan Jure de la bancada que compartían con el PRO, al bloque que hasta esta semana lideró Marcelo Cossar.

Desplazado por estos movimientos y con el riocuartense Jure estrenando rol como presidente de bloque en las próximas horas.

Mostrar unidad

En las últimas semanas hubo conversaciones entre Mario Negri y Rodrigo de Loredo, dato no menor si se tiene en cuenta que ambos se cruzaron fuerte en la interna 2021, que luego trasladaron esto a la campaña de las Legislativas y que las cerraron con las peleas por la presidencia del bloque UCR en el Congreso.

Rodrigo se equivocó en la manera en la que entró al Congreso pidiendo presidencia contra un tipo que por algo hace años que está. No era por ahí. Por eso, que hayan vuelto a hablar es un buen indicio”, razonó una fuente del radicalismo que además agregó un viaje familiar de De Loredo con su suegro, el exministro de Defensa, Oscar Aguad, con quien también se limaron asperezas.

Con el bloque casi sellado en la Unicameral compuesto por radicales puros y donde el único que quedó con el PRO fue Orlando Arduh; en el Concejo hay algunos que quieren juntar a los radicales desperdigados en cuatro bloques: el que lidera Juan Negri y contiene a los dos juecistas; el del mestrismo, también con cuatro bancas; y las dos unipersonales, compuestas por el deloredista Esteban Bría y Lucas Balián, hombre de
Javier Bee Sellares.

Entre todos hay diálogo, incluso algunos sostienen que el propio exintendente Ramón Mestre, de perfil muy bajo en el último tiempo, pero con llegada a sus ediles, no ve con malos ojos la unidad radical en el legislativo municipal.

Las conversaciones con Juez

Lo que también tienen claro en la UCR es que Juez es el taquillero que tiene buen diálogo con todos: con ellos y con el PRO. “Es al que hay que rodear. Con varios del PRO en Córdoba no terminó bien, por eso les pisa las referencias nacionales. Él habla con (Patricia) Bullrich, (Horacio) Rodríguez Larreta o (Diego) Santilli, sin que los amarillos de acá le tengan que abrir una puerta. Al contrario”, lanzó un radical que se ilusiona con el líder del Frente Cívico adentro.

“Nosotros tenemos valores parlamentarios como Negri, la experiencia de Ramón, que contiene a algunos intendentes y podemos apuntar a Rodrigo como figura a proyectar. Como candidato a gobernador, a vice de Juez o a intendente. El PRO de Córdoba no tiene referentes a este nivel”, reconoció a este medio.

Sin embargo, para impulsar un acuerdo con el que considera el más taquillero de los cordobeses, deberá sortear antes un filtro con sus correligionarios.

La mirada al PRO

No es nueva la desconfianza del radicalismo hacia el espacio amarillo y la relación con el PJ schiarettista. Sin embargo, también entienden que el PRO transita crudas internas no tan visibles como las del radicalismo y que sólo los pone en línea la llegada de un peso pesado desde Buenos Aires. “Les falta el gerente de la sucursal Córdoba. Hasta que no definan eso, nosotros tenemos tiempo para seguir conversando y musculando
adentro”, enfatizó un radical.

Los cruces van a ser intensos. La sensación que sobrevuela es que habrá más roces de los del 2021 y que este año se definirán cosas importantes en Córdoba.