El presidente francés, Emmanuel Macron, brindaba este martes un discurso sobre el futuro de Europa en Países Bajos cuando fue interrumpido por manifestantes que le reclamaron por sus declaraciones a favor de crear una fuerza militar europea para poner fin a la dependencia de Estados Unidos y de China.
Cuando se disponía a pronunciar un discurso sobre el futuro de Europa en La Haya, Macron fue interrumpido por gritos.
«¿Dónde está la democracia francesa?», y «La convención sobre el clima no se respeta», gritaban los manifestantes desde las gradas, desplegando también una pancarta en la que se leía, en inglés, «Presidente de la violencia y la hipocresía».
Macron, que se encuentra en Países Bajos en una visita de dos días, se quedó en silencio al escuchar los gritos y dirigió su mirada a las gradas del primer piso del salón del instituto de estudios culturales Nexus, donde se ubicaron los manifestantes, que pronto fueron obligados a salir del recinto por personas de seguridad, informó la agencia de noticias AFP.
Durante su discurso, que duró unos 30 minutos, Macron defendió una mayor autonomía de Europa a nivel económico e insistió en la necesidad de reforzar la competitividad en el continente a través de reformas.
También se refirió a la falta de competitividad del sector industrial, que calificó de «tabú».
«Necesitamos esta política industrial porque nuestros competidores interfieren en el mercado» europeo, subrayó, haciendo un llamado a aumentar las subvenciones.
Tras una reciente visita a China, Macron dijo que Europa debe reducir su dependencia de Estados Unidos y evitar verse arrastrada a una confrontación entre China y Estados Unidos por Taiwán, la isla que Beijing reivindica como propia pese a que tiene un gobierno autónomo.
«¿Por qué debemos ir al ritmo elegido por otros? En algún momento, debemos preguntarnos cuáles son nuestros propios intereses», planteó el mandatario hace dos días en una entrevista, y apostó por convertir a Europa en un «tercer polo» internacional.
Los países del este de Europa siguen muy apegados a la OTAN y a la protección de Estados Unidos y miran con recelo la defensa europea preconizada por Francia, aunque París insiste en que es complementaria a la Alianza Atlántica.
La visita de Macron a Países Bajos, la primera de un presidente francés en 23 años, comenzó este martes por la mañana en el palacio Real de Ámsterdam, donde él y su esposa, Brigitte, fueron recibidos con honores militares e himnos nacionales por el rey Guillermo Alejandro y su esposa Máxima.
Este viaje marca el acercamiento con Países Bajos. Macron tiene además una buena relación personal con el primer ministro neerlandés, Mark Rutte.
La primera jornada de la visita debía estar marcada por ese discurso de Macron sobre la soberanía económica e industrial de Europa.
En el plano interno, el ejecutivo galo afronta una oleada de manifestaciones en contra de la reforma de las pensiones, que busca retrasar la edad de jubilación en el país de 62 a 64 años.