La derrota contra Almirante Brown de la fecha pasada le había cortado el envión de tres victorias consecutivas. Por eso, en su retorno a La Ciudadela, San Martín de Tucumán pretendía volver a la senda del triunfo para seguir escalando en la tabla de posiciones. Y si bien tuvo que sufrir muchísimo, el equipo logró revertir el resultado frente a Defensores de Belgrano y desatar la locura ante más de 20 mil almas.

El gol de Ezequiel Aguirre a los 48 minutos del primer tiempo fue un golpazo para la ilusión de los hinchas. Sin embargo, los jugadores salieron enchufados al complemento, los cambios le salieron a la perfección a Pablo Frontini y el Ciruja lo terminó ganando 3-1 para quedar a tres puntos de Agropecuario de Carlos Casares, el único puntero que tiene la Zona A de la Primera Nacional.

La clave estuvo en el ingreso de Mauro Verón, el hombre que inició la remontada contra un Dragón que se quedó sin fuego en la segunda etapa del encuentro. El delantero, que después le daría el cierre a la remontada, tomó la lanza y aprovechó la primera situación clarita para igualar y sacudir la modorra.

Para colmo, el Santo siguió yendo y halló respuestas por Emanuel Dening, el goleador del equipo en la temporada y el referente de un plantel profesional que sufrió muchísimas bajas en las últimas semanas ante la irregularidad que tuvo en la primera etapa del campeonato (Matías Quiroga, Matias Pardo, Federico Bravo, Claudio Pombo y Wilfredo Olivera, rescindieron sus contratos).

La llegada de Frontini al Norte del país también tuvo mucho que ver con el cambio de actitud de San Martín. El entrenador le dio otro aire a los futbolistas y ellos respondieron antes de que fuera demasiado tarde. Así, el Ciruja se impuso por 3-1 y continúa con el envión para ilusionarse con luchar por el final con el ascenso a la Liga Profesional.