Hernán Lacunza, exministro de Economía de Mauricio Macri y ahora y coordinador de los equipos económicos del precandidato a la presidencia de Juntos por el Cambio (JxC), Horacio Rodríguez Larreta, hizo una evaluación sobre la situación económica actual y los posibles escenarios que podrían configurarse tras la asunción de un nuevo Gobierno. Afirmó que tanto Horacio Rodríguez Larreta como Patricia Bullrich «quieren llegar al mismo puerto».

En un almuerzo de trabajo de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el economista destacó que el Gobierno busca actualmente postergar las consecuencias de su mala administración “para pasarle la herencia al siguiente”, pero parece no «tener en cuenta que la herencia no cae sobre el Gobierno siguiente sino sobre los argentinos«.

Lacunza calificó de “impúdico, insostenible e inescrupuloso” el accionar del Gobierno en buscar recursos «por todos lados» para pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI)«Están rascando ya no el fondo de la olla, sino más allá del fondo. Están dejando un Banco central vacío, un agujero fiscal incontrolable y ocultan deliberadamente los detalles del préstamo con China. Creo que estamos explorando límites que hasta acá, al menos en la democracia reciente, no se habían explorado», cuestionó.

La elección presidencial de este año abre la posibilidad de un cambio de Gobierno y de un nuevo rumbo económico, y si bien Lacunza apuntó a que apuesta a que así será, planteó cuales serían los plazos para comenzar a ver mejorías. «Hay que plantear un horizonte. Yo soy muy optimista, no de largo plazo nada más sino de mediano plazo. Dentro de dos años Argentina va a estar mejor», planteó.

Frente al rol del oficialismo en plena campaña electoral, Lacunza manifestó: «es un gobierno que no habla del futuro. No te dicen cómo van a bajar la inflación, el déficit o la pobreza. Nadie sabe qué es lo diferente que van a hacer, es una intriga total». Y comparó: «Juntos por el Cambio pone propuestas sobre la mesa y tiene una idea común de país integrado al mundo, con impuestos bajos, menos regulaciones y sin tanto peso del Estado sobre el sector privado».

No hay que quedarse corto con las reformas; todas desde el principio; no hay tiempo para gradualismos. Hay que empezar en diciembre del 2023″, sintetizó. Subrayó que, aunque son “fanáticos” de bajar impuestos “primero hay que bajar el gasto, porque si no se los va a volver a subir”.

Respecto de la transición después de las PASO, planteó que el preacuerdo con el FMI “no quiere decir nada”. “Hay un comunicado de prensa que indica ‘si haces estas cosas, hablamos’ pero no sabemos cuáles son esas políticas. Hay decisiones aparentemente conversadas pero que hay que adoptar, pero otra vez está el velo del misterio”, dijo.

Comparó lo que pasó después de las internas abiertas del 2019 con lo que podría pasar ahora; dijo que en aquel momento se tomaron decisiones por el “futuro, por lo que iba a pasar”. El exministro subrayó que el bien “superior era preservar la institucionalidad y la paz social aun tomando medidas con daño colateral. No se elige lo único que desea sino lo menos malo. La orden de prelación era evitar la hiperinflación, el corralito, una devaluación con salto de la pobreza y de la inflación y una ruptura de contratos”.