Chicago aguantó con nueve jugadores y le ganó a un Temperley flojo de ideas

Torazo en rodeo propio. Chicago, que se había quedado con diez jugadores a los 20´ del primer tiempo y con nueve, a los 20´ del segundo, aguantó y derrotó a un Temperley que en ningún momento pudo aprovechar la superioridad numérica que tuvo en cancha.

Su gente, la emotiva arenga en la manga con forma de Torito, el recibimiento, las banderas y el aliento, hicieron que Chicago se mantuviera vivo en todo momento. Arrancó dominando el balón y buscando el hueco para entrarle a un Temperley que esperaba agazapado. Con laterales pasadores que generaron una buena presencia en área rival, el local fue acorralando a su visitante contra el arco. Gambeta, buenas asociaciones y centros precisos: así, antes del minuto diez, abrió el marcador. Desborde fenomenal de Arroyo que, en la vorágine de la jugada, levantó la cabeza y vio a Paz en el segundo palo. Paz le pegó, Scolari la desvió y entró.

Pero esta arrolladora presión con la que Chicago había comenzado el juego duró veinte minutos. La correcta expulsión de Vega (sujetó de la camiseta a Arturia cuando se iba solo al arco) cambió la disposición del partido. Chicago, que venía siendo el animador del juego, tuvo que replegarse y replantear el partido para poder aguantar con diez durante los 70 minutos que le quedaban al partido.

Con un hombre de más, Temperley intentó hacerse protagonista. Repatrió la pelota y empezó a asociarse en la mitad del campo. Con la participación de Mavilla, Segovia y Iambert trianguló buscando dar ese último pase que logre habilitar a algún delantero y así generar algo prometedor. Pero nunca tuvo claridad.

Este panorama se acrecentó en el segundo tiempo con la expulsión de Callegari. El defensor del Toro le fue con los tapones de punta a Mavilla cuando se jugaba cerca de un córner. Una violencia desmedida e inentendible para condicionar aún más a su equipo.

Lejos de aprovecharlo, esta circunstancia sacó a la luz las falencias de un Temperley que teniendo tiempo y espacios, se ahogó en su tenencia. Flojo de ideas y con muchos errores en los pases, solo tiró centros que no llegaron a nada. Gracias a una línea de cinco y con mucho aliento que bajó desde las tribunas, el Torito lo ganó y se afianza en el top five de la Zona B.