El paso del presidente Javier Milei, esta semana, por Córdoba para participar del 47° aniversario de la Fundación Mediterránea dejó varias certeras para los hombres de negocios -el perfil principal entre los 1500 asistentes- que fueron a escucharlo. Entre otras cosas hubo una ratificación del rumbo económico que tiene como ejes la reducción del gasto público, la baja de la inflación –“es la mejor política social”- y la administración sobre tipo de cambio y reservas. El presidente dejó claro que no se moverán de esa hoja de ruta trazada y que no tienen en agenda una corrección fuerte del tipo de cambio. Tampoco una apertura del cepo apresurada, salvo que aparezca alguna variable extraordinaria –“si me ponen una torta de plata lo abro ya”.

Así, el convencimiento cada vez es más firme de que hay que trabajar a mediano y largo plazo para ganar una competitividad, que en Argentina siempre implicó el atajo de las devaluaciones. El gobierno lo ratificó en Córdoba, es por otro lado.

En ese sentido, el consultor Marcelo Elizondo explicó a este medio: “El tipo de cambio es importante, pero no es lo único importante y ni siquiera es lo más importante. Si vos tenés un tipo de cambio estable, aun cuando esté un poco atrasado, eso es mejor que un tipo de cambio competitivo pero inestable. Cuando el tipo de cambio es inestable no te permite el cálculo económico y tenes que estar todo el tiempo cambiando el conjunto de variables para tomar decisiones. En lo que va del siglo Argentina y Venezuela son los países que más devaluaron su moneda en Latinoamérica y son los países con la peor evolución de sus exportaciones. El ajuste cambiario no te garantiza nada, y más en Argentina donde está demostrado que tenes ajuste cambiario seguido de pass throug y otra vez lo mismo. Hay que generar capacidad competitiva a través de eliminación de burocracia, bajar costos, más eficiencia sistémica. Las condiciones de competitividad no tienen que depender de un ajuste cambiario que dura poco”.

Nueva hoja de ruta. Apoyados en consultores privados, en Córdoba ya hay cámaras pensando en acercar proyectos de ley a los diputados cordobeses con varios enfoques: desde modificaciones al régimen tributario, reformas en la legislación laboral para acoplarse a las modificaciones que aprobó el Ejecutivo nacional o propuestas con foco sectorial para dinamizar actividades que hoy no están en la prioridad de la agenda de la administración de Milei.

La semana pasada, en Buenos Aires, el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) que compone el potente G6 (CAMARCO, ADEBA, BCBA, CAC, SRA y UIA) y la CGT y la Uocra presentó propuestas de inversión privada para proyectos claves de infraestructura en Argentina. Buena parte de los proyectos del CPI, principalmente los enfocados en los nuevos esquemas de relaciones laborales están siendo generados desde Córdoba. “Se está haciendo un trabajo para diseñar otro tipo de vínculo laboral, que baje el costo para las empresas, y genere un seguro de desempleo para el trabajador. Algo similar a lo que tiene la Uocra, pero adaptado a otros sectores. Esos fondos, mientras no se retiran pueden usarse en capitalización para financiar, por ejemplo, planes de viviendas. Es algo muy viable que se está trabajando desde Córdoba”, graficó un dirigente empresario.

Mas IVA, menos IIBB. Dante Sica, otro de los consultores que más escucha el sector privado, que pasó por la administración pública durante la gestión de Mauricio Macri y hoy asesora a cámaras empresariales lo remarcó a este medio: “las provincias tienen que hacer su trabajo, porque tienen sistemas tributarios muy ineficientes. El sistema de ingresos brutos es muy penalizante para el proceso productivo. Todo el sistema de retenciones y percepciones generó una voracidad tributaria. Argentina tiene que discutir una reforma tributaria que genere incentivos para la producción y otro sistema de coparticipación”.

El diagnóstico y la preocupación por la incidencia de los llamados “impuestos malos” también quedó graficada en la presentación que hizo esta semana el presidente del Ieral en el aniversario de la Fundación Mediterránea. Osvaldo Giordano presentó su propuesta para suplantar ingresos regresivos y que impactan sobre la productividad, como las tasas municipales e Ingresos Brutos, por un IVA que quede en la jurisdicción de cada provincia.

Cabe recordar que la Mediterránea ya logró incluir en un puesto clave a uno de sus ex economista Jefe, como es Juan Manuel Garzón. El especialista en agro fue designado como subsecretario de Programación Económica, bajo la órbita de la Secretaría de Política Económica que comanda Joaquín Cottani.

“Lo que planteamos es que hoy tenemos impuestos ´buenos´ e impuestos malos en el sentido que se superponen sobre el mismo hecho y son penalizantes de la actividad productiva. Con el agravante de que los malos impuestos son muchos, son varios y son importantes, representan cerca del 30% de los ingresos del Estado. Y están distribuidos en los tres niveles de gobierno. Entonces, la estrategia para avanzar rápido en la eliminación de estos malos impuestos tiene que tener varios condimentos. No alcanza con esperar que se reactive la economía o baje el gasto público o funcione la curva de Laffer (que explica que si se bajan los impuestos aumenta la recaudación por efecto de sumar más contribuyentes con posibilidad de abonar). Se requiere otra estrategia, como esta, que los buenos impuestos sustituyan a los malos impuestos”.

Así, para el caso de las operaciones de venta la propuesta es que un IVA provincial sustituya a Ingresos Brutos de las provincias y a tasas.

-¿Qué valor o alícuota debería tener ese IVA?
-Todavía no está el cálculo, hay que hacerlo. Ingresos Brutos es muy importante, tiene una incidencia alta en el precio, aunque no lo veamos, y las tasas también. Pero hay que hacerlo. E intentar que el costo fiscal a las provincias les resulte neutral. Brasil, no es lo mismo, porque si bien tiene una especie de ingresos brutos y tasas, Brasil tiene una alícuota de IVA del 27%, pero no es trasladable a la nuestra. Habría que verlo. En Argentina hay mucha evasión, si uno mejora se puede compensar parte de la caída de la recaudación con una menor evasión. Pensemos que el IVA tiene más evasión en Argentina que en Latinoamérica, pero las tasas e Ingreso Brutos tienen mucha más evasión. Creo que ahí hay un campo importante para avanzar. Se puede compensar con baja evasión.

-¿Y cómo se instrumentaría desde lo normativo?
-Hay que partir de un acuerdo entre Nación y provincias, como se logró con el monotributo, y esos dos impuestos pasaron a ser uno. Acá lo hicimos. Se fijan reglas y luego cada provincia arregla con sus municipios. Esto puede ser una ayuda para la competitividad porque hay que mejorar los impuestos. Y si a eso le agregas que tu principal socio comercial, Brasil, hoy tiene un problema parecido al nuestro, pero está en camino de resolverlo, aumenta más la presión para hacerlo. Hoy cuando exportas compensas IVA, pero no con Ingresos Brutos, entonces Argentina cuando vende al exterior exporta Ingresos Brutos y tasas. Y eso es pérdida de competitividad total.

-¿Cómo sería la estrategia de plantación de este tipo de proyectos? ¿Por dónde se ingresa?
-Se planteó la posibilidad de colaboración tanto a Guillermo Francos, como a Federico Sturzenegger. Nosotros lo imaginamos como parte de la agenda de Mayo, donde hay un capítulo de reforma tributaria. Hay que presentarlo ahí. En la agenda de Mayo, el próximo paso es la creación del Consejo de Mayo, con un diputado, un senador, un gobernador, un representante de los trabajadores y otro del sector privado. Si toma forma la propuesta hay que plantearla ahí. Es compleja porque hay que ponerse de acuerdo, hay que hacer un acuerdo fiscal con las provincias. Pero es imprescindible porque Brasil ya lo está haciendo. Deberíamos entender que la presión por hacerlo es grande.