El Informe de Coyuntura Industrial PyME ofrece un panorama detallado sobre la situación del sector industrial argentino, evidenciando un escenario de recesión prolongada, caída del empleo y un consumo en declive. A partir de datos oficiales de INDEC, el Banco Central y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, el análisis busca dotar a empresarios y directivos de herramientas para la toma de decisiones en un contexto desafiante.

Un sector en caída

De acuerdo con el análisis de Industriales Pymes Argentinos, la economía argentina acumula 18 meses de contracción sostenida, con un retroceso del 3% del PBI hasta el tercer trimestre de 2024. Si bien el EMAE de octubre mostró una leve mejora desestacionalizada, el panorama recesivo persiste con señales de estabilización en niveles muy bajos. En cuanto a la actividad manufacturera, el Índice de Producción Industrial (IPI) cayó un 1,7% interanual en noviembre y acumuló una baja del 10,7% en los primeros once meses del año. Solo el sector de alimentos y bebidas (+8,4%) mostró crecimiento, debido a un rebote técnico tras la sequía de 2022/2023.

Empleo en crisis

El mercado laboral formal sigue en descenso. En septiembre de 2024, el empleo registrado cayó un 2,2% interanual, con la pérdida de 214.592 puestos de trabajo y el cierre de 10.211 empresas. La industria y la construcción son los sectores más afectados, con bajas del 3,3% y 19,9%, respectivamente. El impacto del deterioro económico en el sector informal, no contemplado en estos datos, podría ser aún mayor.

Consumo e inflación

El consumo interno sigue en caída, con descensos interanuales en supermercados (-17,8%), mayoristas (-22,8%) y shoppings (-7,8%) en octubre. La inflación, aunque desacelerándose, sigue elevada: en diciembre de 2024 el incremento mensual fue del 2,7%, con un acumulado anual del 117,8%. Mientras que los precios de los bienes se estabilizaron (+1,9%), los servicios (+4,4%) continúan impulsando las presiones inflacionarias debido a los ajustes tarifarios y costos operativos.

Tipo de cambio y comercio exterior

El tipo de cambio real multilateral del peso argentino se apreció un 40% en 2024, alcanzando mínimos históricos desde 2015, lo que compromete la competitividad exportadora. A pesar de ello, en noviembre de 2024 Argentina registró un superávit comercial de US$ 1.234 millones, con proyecciones de cierre anual en US$ 21.000 millones. Sin embargo, la caída de importaciones y la desaceleración económica interna generan incertidumbre sobre la sostenibilidad de este superávit.

Perspectivas para 2025

El informe concluye que la economía argentina atraviesa un período de estabilización con signos de estancamiento en niveles bajos. Si bien el gobierno logró reducir la inflación mediante un plan de ajuste, el desafío para 2025 será implementar políticas de reactivación económica que permitan recuperar el empleo y fomentar la inversión productiva. La competitividad del sector industrial PyME dependerá de la capacidad de generar incentivos para la inversión y de garantizar condiciones macroeconómicas más estables.

El empresariado PyME enfrenta un 2025 con desafíos críticos y la necesidad de estrategias que permitan sortear la incertidumbre económica. En un contexto de ajustes y baja actividad, las decisiones políticas y económicas serán clave para revertir la tendencia y recuperar el dinamismo del sector.