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Las biopics son un género fascinante: nos permiten conocer la vida de personajes históricos y figuras icónicas del entretenimiento, la política o la ciencia. Sin embargo, no todas las biopelículas se apegan fielmente a la realidad. Algunas toman licencias creativas, exageran eventos o directamente inventan partes de la historia. Pero eso no significa que sean malas películas; de hecho, muchas de ellas son auténticas joyas del cine. Aquí tienes siete biopics que, a pesar de ser imprecisas, lograron conquistar al público.
Catch Me If You Can (2002)
Este film de Steven Spielberg narra la historia de Frank Abagnale Jr., un estafador brillante que logró engañar a bancos, aerolíneas y el FBI. La película se basa en la autobiografía de Abagnale, pero hay muchas dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones. De hecho, algunos historiadores creen que Abagnale exageró o incluso inventó partes de su historia. Sin embargo, con Leonardo DiCaprio y Tom Hanks en los papeles principales, la película sigue siendo un thriller fascinante y lleno de carisma.
Amadeus (1984)
La relación entre Mozart y Salieri es el centro de esta icónica película, que sugiere que el segundo conspiró para destruir al primero. La verdad es que no hay evidencia de que Salieri haya estado tan obsesionado con Mozart o que haya tenido algún tipo de participación en su muerte. Además, Mozart no era el niño inmaduro y atolondrado que muestra la cinta. A pesar de estas inexactitudes, Amadeus es una obra maestra del cine que captura el genio musical de Mozart de una manera única.
The King’s Speech (2010)
La película de Tom Hooper —ganadora del Oscar a Mejor Película— relata los esfuerzos del rey Jorge VI por superar su tartamudeo mientras asume el trono y se prepara para el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Aunque la historia central es real, la cinta altera la línea de tiempo para hacer la narrativa más fluida y agrega momentos dramáticos que no tienen registro histórico. A pesar de sus imprecisiones, la película fue aclamada por la crítica y el público, convirtiéndose en un clásico moderno.
Bonnie & Clyde (1967)
La historia de estos criminales legendarios es narrada con gran estilo en esta película, pero no es del todo precisa. Si bien Bonnie y Clyde fueron asaltantes de bancos, el filme exagera su relación romántica y omite sus vínculos con otras bandas criminales. Además, se toma libertades con varios eventos, haciendo que la pareja parezca más glamorosa y rebelde de lo que realmente fueron. Aun así, la película redefinió el cine de gánsteres y sigue siendo un clásico imprescindible.
The Greatest Showman (2017)
Este musical cuenta la historia de P.T. Barnum, el fundador del circo más famoso del mundo. Pero si bien la película nos muestra a Barnum como un soñador amable y carismático, la realidad es que era un empresario mucho más despiadado. La cinta omite los aspectos más oscuros de su carrera, como su explotación de personas con condiciones médicas inusuales. Sin embargo, con su energía, su increíble banda sonora y las actuaciones carismáticas de su elenco, The Greatest Showman sigue siendo una película inspiradora y entretenida.
Braveheart (1995)
La épica historia de William Wallace, interpretada por Mel Gibson, es una de las películas de guerra más queridas de todos los tiempos. Sin embargo, la película se toma muchas libertades con los hechos reales: desde la vestimenta de los escoceses (no, no usaban faldas en esa época) hasta la cronología de los eventos. Además, el romance entre Wallace e Isabel de Francia nunca ocurrió, ya que ella era una niña cuando sucedieron los hechos. Aun así, la emoción y el heroísmo que transmite la película la hacen inolvidable.
Pocahontas (1995)
A diferencia de la mayoría de los clásicos animados de Disney, Pocahontas se basa en eventos históricos: la colonización europea de América y el encuentro entre John Smith y la joven Powhatan. Sin embargo, la película está llena de inexactitudes. Para empezar, su verdadero nombre era Matoaka, y “Pocahontas” era solo un apodo. Además, durante la época en que se ambienta la película, ella era una niña y nunca tuvo un romance con John Smith. El verdadero Smith también era un hombre mucho más frío y calculador de lo que la película retrata. Además de romantizar una historia muy oscura, Pocahontas toma licencias en casi todos los aspectos de su trama.