El jugador de San Martín (T) que se cruzó con la gente: «Nunca me putearon tanto como acá»

Horas algo convulsionadas se viven en Tucumán. Sí, porque tras el empate en uno entre San Martín y Güemes de Santiago del Estero en La Ciudadela, que le dejó un sabor muy amargo al local, Juan Cuevas, el 10 del Ciruja, respondió a los insultos de la gente y sus declaraciones no cayeron nada bien entre los tucumanos.

Pese al gol marcado por el propio Cuevas, que significó el 1-1 definitivo, los hinchas del Santo pusieron al volante ofensivo en el blanco de las críticas. Por eso, el futbolista replicó con todo y se convirtió completamente en el villano de la película.

«Sinceramente no creo que me hayan puteado tanto en mí carrera como acá. Voy a pedir siempre la pelota y me quedé acá por una revancha y para poner la cara. Van a tener que preparar más la garganta», dijo en conferencia de prensa.

Además, el ex Gimnasia de La Plata analizó el encuentro ante el Gaucho: «El partido fue muy difícil. En el primer tiempo pudimos empatarlo pero no se logró el triunfo, que es lo que todos deseamos. Nosotros trabajamos siempre para que el equipo gane.»

“Mis compañeros no me decían nada, pero se sentía esa energía rara. Yo no quería decirles: ‘No pasa nada, me están puteando a mí’, porque no me afecta. Pero hay chicos a los que sí», expresó en diálogo con La Gaceta acerca de los insultos y su reacción posterior.

“La hinchada es una de las mejores del país, y yo no vendo humo, digo la verdad. Cuando a un jugador le dicen: ‘¿Querés jugar en San Martín?’, lo primero que piensa es en la hinchada. Después pensás en todo lo demás”, lanzó acerca del público del Santo.

La particularidad del mencionado Cuevas es que es uno de los pocos sobrevivientes del plantel que se quedó a un paso del ascenso en la temporada pasada de la Primera Nacional. Carga con esa mochila, y pesa.

Justamente sobre lo sucedido en Rosario contra Aldosivi es que habló el 10. “Se dijeron muchas mentiras después de esa final. También como que habíamos entregado el partido. Esa fue la peor de todas. Nosotros no nos enojamos porque sabemos bien que no es así. Yo creo que no hay dinero que compre la gloria. Haber clasificado tres fechas antes nos hizo mal, nos confiamos.”