Los eventos culturales, deportivos y profesionales que se llevarán a cabo en el verano 2025 en la provincia de Córdoba representan una pieza clave para la economía local. Un reciente estudio del Instituto de Economía Política de la Universidad Siglo 21 y el Observatorio de Tendencias, dirigido por Gastón Utrera, analiza en detalle el impacto económico y fiscal de estos encuentros multitudinarios, revelando cifras significativas en términos de consumo, empleo y recaudación tributaria.

Un motor económico para la provincia

El informe destaca que los eventos programados para enero y febrero de 2025 generarán un impacto económico estimado entre $208.000 y $377.000 millones, considerando un total de 126 festivales con diferentes niveles de convocatoria. La cifra surge del análisis del gasto promedio por asistente, que varía según la tipología del evento y el perfil de los participantes.

Los festivales más relevantes, como el Cosquín Rock, el Festival Nacional de Folklore y el Festival Bum Bum, presentan un alto nivel de gasto por visitante, ya que además del costo del ticket, los asistentes destinan importantes sumas a alojamiento, gastronomía, transporte y otros servicios. Según los datos, el gasto total por asistente en eventos como el Cosquín Rock supera los $500.000, mientras que en festivales de menor envergadura oscila entre los $150.000 y $300.000.

El «multiplicador del ticket»: un indicador clave

Uno de los indicadores clave del estudio es el «multiplicador del ticket», que mide cuánto gasta un asistente más allá del precio de la entrada. En eventos masivos como Cosquín Rock y el recital de Paul McCartney, este multiplicador alcanza valores superiores a 6, lo que significa que el gasto total por persona puede ser seis veces el valor de la entrada.

El estudio también segmenta estos valores según el origen de los asistentes. Mientras que los locales tienden a gastar menos, los visitantes de otras provincias y el turismo internacional elevan considerablemente la inversión en bienes y servicios. Por ejemplo, los turistas que viajan desde otras provincias llegan a gastar en promedio hasta 15 veces el valor del ticket de ingreso, considerando gastos en hoteles, transporte y gastronomía.

El impacto fiscal: más allá de la taquilla

El impacto tributario de los eventos también es un factor determinante para las finanzas locales y nacionales. Según el informe, la recaudación fiscal por evento varía ampliamente dependiendo de la cantidad de asistentes y su origen. Los impuestos generados por estos eventos se distribuyen entre los municipios, la provincia de Córdoba y la Nación, con una clara participación de la coparticipación impositiva.

En términos de tributos por asistente, los congresos y eventos profesionales tienen una alta incidencia fiscal, destacándose el Congreso de Oncología y el Congreso Iberoamericano de Áreas Metropolitanas, con valores superiores a los $200.000 por persona en impuestos generados. En tanto, eventos como el Festival Nacional de Folklore o el Festival Bum Bum generan una recaudación menor en términos per cápita, pero su volumen de asistentes eleva significativamente el impacto tributario total.

El informe también detalla que la Nación es la principal beneficiaria de la recaudación impositiva de estos eventos, con una participación del 55,7% del total de impuestos generados, seguida por la provincia de Córdoba (12,3%) y los municipios locales (8,5%).

Proyecciones y oportunidades

El informe también propone una serie de acciones para maximizar el impacto de los eventos en la economía local. Entre ellas, se destaca la necesidad de mejorar la información disponible sobre los asistentes y sus preferencias, optimizar la articulación entre el sector privado y el público, y perfeccionar los métodos de recolección de datos para futuras ediciones. Además, se plantea la posibilidad de incorporar nuevos indicadores que midan el impacto de auspicios, derechos de televisación y otros ingresos no provenientes directamente del bolsillo de los asistentes.

En definitiva, los eventos del verano 2025 en Córdoba se consolidan como un motor económico clave, con un impacto que trasciende lo meramente recreativo y se refleja en un efecto positivo en el turismo, el comercio y las finanzas públicas. A partir de estos datos, se abre una oportunidad para mejorar la planificación y gestión de los eventos, potenciando su impacto en la economía regional y nacional.