Las medidas económicas anunciadas por el ministro Luis Caputo -principalmente la flexibilización del cepo cambiario y la implementación de un nuevo régimen de flotación dentro de bandas para el dólar– generaron expectativas dispares, pero en general positivas entre los sectores productivos de Córdoba.
Referentes de la industria, el comercio y el mercado inmobiliario coincidieron en que la normalización del régimen cambiario es una condición necesaria para atraer inversiones y dar previsibilidad, aunque advierten que todavía existen desafíos estructurales importantes que pueden limitar el impacto de corto plazo.
Industria: un paso hacia la normalidad, pero con cautela
Luis Macario, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), calificó como positiva la decisión de avanzar hacia una economía sin restricciones cambiarias, aunque aclaró que “la reacción del mercado” será clave para determinar si se trata de una medida efectiva o no.
“Encaminamos al país a una situación más normal. El cepo no es algo que exista en países normales: el dólar es uno solo y flota, como en Brasil, Chile o Uruguay. Nosotros tenemos un montón de dólares y eso genera ruido e incertidumbre”, explicó Macario.
Desde la óptica industrial, la eliminación progresiva del cepo permitiría recuperar herramientas básicas para planificar y operar: importar insumos sin trabas, girar utilidades al exterior y contar con un solo tipo de cambio para cotizar productos. Esto sería especialmente relevante para atraer inversión extranjera directa, que hasta ahora veía con desconfianza la imposibilidad de repatriar dividendos.
“Uno de los problemas más grandes ha sido que las empresas extranjeras no podían girar utilidades. Esa es una gran limitante para el ingreso de capitales”, apuntó el titular de la UIC.
Sin embargo, Macario también hizo hincapié en la prudencia que impone la historia económica argentina. Recordó que el dólar ha sido terreno fértil para la especulación y la desconfianza durante décadas, y que cualquier movimiento en su valor tiene un impacto inmediato en la inflación, lo cual condiciona la efectividad de cualquier política económica.
Comercio: alivio macro, pero asfixia fiscal
Desde el sector comercial, la mirada también es de acompañamiento con reparos. José Viale, presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba, respaldó la decisión de liberar parcialmente el mercado cambiario, aunque advirtió que esto podría generar un repunte inflacionario que afectará el poder adquisitivo y el consumo.
“Salir del cepo era casi imprescindible. Pero va a tener un impacto sobre la inflación y eso va a precios. Los sueldos no van a acompañar inmediatamente, porque muchas paritarias ya están cerradas. Es probable que el consumo se resienta un poco más”, señaló.
Aunque al momento del anuncio no se registraron aumentos significativos ni problemas de abastecimiento, el dirigente empresarial prevé que los próximos meses serán complejos, y que el comercio deberá operar con márgenes de utilidad cada vez más ajustados.
“El margen de utilidad baja, irremediablemente. Esa es una desgracia”, lamentó.
Más allá del contexto macroeconómico, Viale puso el foco en lo que considera el verdadero cuello de botella para el comercio: la presión impositiva y la descoordinación fiscal. Señaló que hoy una empresa que vende desde Córdoba a otras provincias puede terminar pagando tres o cuatro veces el mismo impuesto, y que no existe un criterio unificado entre Nación, provincias y municipios.
“A mí más que la macro me preocupa esto: la estructura impositiva y la falta de coordinación entre jurisdicciones. Así como se le exige eficiencia al comerciante, también hay que pedírsela al Estado”, reclamó.
Inmuebles: leve reactivación, pero con foco en la estabilidad
El presidente del Colegio Profesional Inmobiliario de Córdoba, Lucas Péndola, también recibió con buenos ojos la eliminación del cepo para personas físicas. Afirmó que, aunque la noticia generó cierto freno inicial en la toma de decisiones —producto de la especulación habitual en escenarios de cambio—, la mayoría de las operaciones inmobiliarias que estaban en curso se concretaron sin inconvenientes.
“Cuando hay noticias de este tipo, la gente pone el pie en el freno. Pero en este caso las operaciones se concretaron. La devolución que me dieron es que casi ninguna se cayó”, explicó.
Péndola remarcó que el sector necesita, ante todo, previsibilidad. Cualquier disparada del dólar oficial pondría en pausa el mercado durante semanas o meses, hasta que los valores se estabilicen.
En cuanto a precios, el dirigente no cree que la salida del cepo tenga un efecto directo. Aseguró que el valor de los inmuebles depende más de la oferta y la demanda que del tipo de cambio, y que incluso en contextos de fuertes brechas cambiarias, como durante el gobierno de Macri, los precios no variaron significativamente.
Sí destacó la recuperación del mercado de alquileres tras la derogación de la Ley de Alquileres, medida que calificó como “una de las peores de los últimos 20 años”. Hoy, los precios de alquiler están 15% por debajo de los valores de diciembre pasado, y la diversidad de contratos vigentes (antiguos, modificados y nuevos) genera un sistema más flexible, aunque heterogéneo.
Finalmente, se mostró entusiasmado con el regreso de los créditos hipotecarios por parte de la banca privada, aunque reconoció que aún hay obstáculos para su expansión. “Tenemos que encontrar una herramienta jurídica que permita otorgar hipotecas sobre inmuebles que sólo tienen boleto de compraventa. Ese es el gran desafío”, concluyó.
Respaldo del G6 y pedido de reformas
El Grupo de Entidades Empresarias de Córdoba (G6 Córdoba), salió a apoyar las últimas medidas de la administración Milei-Caputo.
“Valoramos positivamente la reciente firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, lo cual representa un paso importante hacia la estabilización macroeconómica, el orden fiscal y la recuperación de la confianza internacional en nuestro país. Asimismo, destacamos la decisión de avanzar hacia una normalización del régimen cambiario mediante la salida progresiva del cepo. Consideramos que esta medida, si bien requiere prudencia y gradualidad, es fundamental para recuperar el flujo genuino de inversiones, potenciar las exportaciones, dinamizar la producción y fomentar el empleo formal”, destacó la entidad.
Y remarcaron que “es momento de profundizar y avanzar en políticas públicas de largo plazo, que permitan dejar atrás los ciclos de incertidumbre”.