¿Se está contratando más gente en Argentina? Sí, pero con matices. El empleo creció desde la salida de la pandemia, pero lo hizo empujado por la informalidad y con fuertes desequilibrios entre regiones y sectores. Así lo revela un informe del economista Salvador Di Stéfano, que analiza los datos más recientes del mercado laboral argentino.
Según cifras del INDEC, hoy en Argentina hay 22,3 millones de trabajadores, de los cuales solo 7,3 millones tienen empleo formal en el sector privado. A esto se suman 3,8 millones en el sector público y un número alarmante: 11,2 millones de trabajadores informales. Entre estos últimos, 5,6 millones son asalariados en negro y 5,7 millones son cuentapropistas.
Este panorama muestra que la precarización laboral aumentó en los últimos años: en 2016, el empleo registrado representaba el 53% del total, y hoy ese número cayó al 50%.
Crece el empleo, pero no la calidad
Desde 2021, el empleo total creció un 8,3%, pero la informalidad lidera ese crecimiento. El empleo formal avanzó solo un 4,8%, mientras que el empleo asalariado informal lo hizo un 19,5%.
Esto se refleja también en la participación de los salarios en la economía. En 2021, las remuneraciones representaban el 37,1% del PBI, y hoy bajaron al 32%. Es decir, aunque hay más personas trabajando, los ingresos pierden peso en la economía nacional.
Buenos Aires concentra la recuperación
El análisis geoespacial también evidencia diferencias importantes. La mayor creación de empleo se concentró en el Gran Buenos Aires, que sumó 561.000 nuevos trabajadores (74.000 en CABA y 487.000 en el conurbano). En el resto del país, el empleo creció en 392.000 personas.
La tasa de empleo también subió más en esta región: pasó del 44,1% al 46,4%, mientras que en el resto del país creció del 43% al 44,8%.
“Persisten los desbalances regionales. Si no se revierten, el proyecto de federalización queda en riesgo”, advierte Di Stéfano.
¿Quién paga mejor?
Aunque el comercio, la industria manufacturera y la enseñanza concentran el 38,8% del empleo, no son los sectores que mejor pagan.
Los mejores salarios se encuentran en sectores con baja demanda laboral pero alta especialización, como la minería, que lidera el ranking con sueldos promedio de $5,1 millones mensuales. Le siguen la pesca y la intermediación financiera, con promedios cercanos a los $3 millones.
En el otro extremo están sectores como servicios domésticos, construcción, hotelería, agricultura y comercio, donde los sueldos promedian $424.000 mensuales, es decir, 12 veces menos que en minería.
“El sector minero solo emplea al 0,5% de la población pero representa el 4% del PBI. Como opera en regiones alejadas y escasea la mano de obra calificada, la puja salarial es altísima”, explica el economista.
En cambio, en el comercio y otros servicios urbanos, el exceso de oferta laboral tira los sueldos hacia abajo.
El problema de fondo: descoordinación geográfica
El gran desafío del empleo en Argentina es la descoordinación geográfica. Las oportunidades están desbalanceadas: hay regiones con empleos mal pagos y saturación de trabajadores, y otras con salarios altos pero escasa oferta de mano de obra.
Para corregir esto, Di Stéfano propone incentivar la inversión y la capacitación en regiones alejadas del Gran Buenos Aires. Una señal positiva es el impacto del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que busca federalizar la economía. Gracias a este esquema, regiones como la Patagonia y el NOA ya muestran tasas de crecimiento del empleo superiores al 8% entre 2021 y 2024.