Más de dos mil estudiantes almorzarán diariamente en el colegio, cuando termine de implementarse el programa. Este año crecieron un 17% los alumnos beneficiarios del plan alimentario escolar.

Terminaron las pruebas piloto y este lunes unos 700 alumnos secundarios del colegio Alejandro Carbó, el más grande de la provincia, almorzarán el menú del Programa de Asistencia Integral Córdoba (Paicor).

Es la primera vez en los 40 años del programa alimentario escolar que se suma el Carbó, la escuela normal superior ubicada frente a la plaza Colón en barrio Alberdi, de la ciudad de Córdoba, que tiene una matrícula inmensa: 143 chicos en el nivel inicial, 625 en el primario, 1.768 en el secundario, además de 875 alumnos en el nivel superior, que ocupan 96 aulas de trabajan de 7 a 23 de lunes a viernes y que incluso tienen actividades los días sábado. Hay, además, 518 docentes y 45 personas de apoyo o auxiliares administrativos que trabajan en el colegio.

El 11 de septiembre del año pasado Consalvi visitó el colegio y ese día se comenzó a trabajar para adaptar los espacios para poder albergar el Paicor en el colegio.

“También vinieron de Arquitectura, porque este colegio ocupa toda una manzana y alberga a unas 5 mil personas por día, entre alumnos de todos los niveles, docentes y no docentes. Tiene el tamaño de una comuna”, graficó Quevedo.

No sólo empatizó la vicedirectora con sus estudiantes con hambre, también se reconoció en ellos. “Yo vengo de muy abajo, soy también producto de Paicor, hice toda mi primaria, del ’83 al ’87, como beneficiaria de este programa y llegué a ser vicedirectora de esta escuela, este es un derecho que era innegociable para que nuestros estudiantes accedieran para garantizar sus trayectorias educativas, que no se pueden alcanzar con necesidades alimentarias”, explicó la vicedirectora.

En estos días de prueba piloto la escuela trabajó normas de convivencia para este nuevo espacio de uso común. Y aprovechar una instancia de sociabilidad con compañeros de otros cursos y niveles. “El compartir esta instancia de comida con otros nos abre posibilidades de comunicación y de convivencia, además de satisfacer una necesidad no cubierta de alimentación”, detalló Quevedo.

“Para muchos de nuestros estudiantes, poder almorzar en la escuela significa no solo una mejora en su nutrición, sino también la posibilidad concreta de sostener su trayectoria escolar. Nuestra escuela, alberga a más de 1.800 estudiantes de nivel secundario distribuidos en tres orientaciones, fue históricamente reconocida por su excelencia académica y su compromiso con la formación docente. Pero en los últimos años, también asumió el desafío de garantizar condiciones básicas que permitan enseñar y aprender en igualdad”, expresó la directiva.

Quevedo valoró “el trabajo articulado con organismos provinciales” y “la rapidez con la que se concretó la implementación”.

“Esto no es sólo comida, es dignidad”, sintetizó.

Fuente : La Voz del Inteiror Córdoba Argentina