Un nuevo estudio de la consultora Focus Market reveló que Argentina se ubica entre los países con mayor carga impositiva del mundo. Según el informe, más de la mitad del precio que paga un consumidor en góndola por algunos productos corresponde a impuestos nacionales, provinciales y municipales.
“A lo largo de toda la cadena de producción, distribución y comercialización, los bienes que llegan a manos del consumidor final acumulan tributos que distorsionan los precios relativos y desincentivan el consumo”, explicó Damián Di Pace, director de Focus Market. “Este fenómeno afecta por igual a alimentos, ropa, calzado o vehículos, y vuelve opaco el sistema de precios”.
En este contexto, la consultora planteó un interrogante clave: ¿cuánto bajarían los precios si se redujera la presión fiscal? Para responderlo, realizaron una simulación que compara los precios actuales con los que tendrían los productos si se aplicara una estructura impositiva más liviana. La hipótesis contempla la eliminación de tributos como Ingresos Brutos y el impuesto al débito y crédito, una reducción del IVA a la mitad y una alícuota de Ganancias del 20%.
Alimentos: un respiro directo al bolsillo
La leche, que actualmente cuesta unos $2.650, podría bajar a $2.232 con un esquema tributario menos pesado. Lo mismo ocurriría con otros alimentos básicos: el pan pasaría de $1.700 a $1.470, los fideos de $1.571 a $1.323 y la carne vacuna (peceto) de $12.999 a $10.761 por kilo. “En todos los casos, el recorte impositivo representa una mejora directa y visible para el bolsillo del consumidor”, señaló Di Pace.
Carga fiscal en aumento: el reclamo del sector privado
Las principales cadenas de supermercados han advertido que, lejos de reducirse, la carga fiscal se ha intensificado en los últimos meses. Aumentos por encima de la inflación, nuevas tasas sin contraprestación y una mayor presión de impuestos como Ingresos Brutos o la Tasa de Seguridad e Higiene son parte de los reclamos. Esta situación no solo encarece productos esenciales, sino que también “neutraliza los esfuerzos del Gobierno nacional por bajar la inflación y recuperar el poder adquisitivo”.
El problema también alcanza al crédito al consumo. Según el informe, casi la mitad del monto de un préstamo personal puede terminar yéndose en impuestos, lo que reduce sensiblemente el acceso al financiamiento.
El “combo” de impuestos
El índice Big Mac, elaborado por la revista The Economist, ubica a Argentina en el segundo lugar entre las Big Mac más caras del mundo, solo por detrás de Suiza. En el país, un combo mediano cuesta alrededor de $10.900, de los cuales un 47% son impuestos. Bajo el esquema propuesto por Focus Market, el precio podría caer a $7.192, una diferencia de más de $3.700.
Indumentaria: un lujo tributado
El informe también muestra cómo la indumentaria nacional podría bajar de $30.000 a poco más de $19.000, mientras que una prenda importada, que hoy cuesta $70.000, podría reducirse a $56.806. En calzado, un par nacional pasaría de $115.000 a $96.983, y uno importado de $200.000 a $162.105. La presión fiscal, especialmente en bienes importados, no solo encarece el acceso a productos básicos, sino que también distorsiona la competencia en el mercado interno.
Autos: más impuestos que metal
Uno de los casos más paradigmáticos es el del automóvil. Un modelo de gama media que hoy cuesta $31.087.000 tiene una carga tributaria que supera el 54%. Bajo el nuevo esquema, ese mismo vehículo podría costar $18.973.000, una baja del 39%. “La rebaja no solo sería significativa en términos de precio, sino que también activaría la demanda y facilitaría el acceso al crédito para miles de consumidores”, afirmó Di Pace.
¿Es posible una reforma tributaria?
“La discusión sobre la carga tributaria en Argentina no es nueva, pero sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes”, sostuvo el director de Focus Market. “La clave será lograr un sistema más ágil y equitativo, que alivie al consumidor sin comprometer la solvencia del Estado”.
El gobierno nacional ha manifestado su intención de avanzar hacia un esquema más simple y menos distorsivo. Si bien ya se han eliminado algunos impuestos internos en el sector automotor, la presión tributaria sigue siendo elevada y heterogénea, dependiendo de la jurisdicción.
Para Di Pace, una reforma tributaria inteligente “no solo aliviaría el bolsillo, sino que también puede convertirse en una palanca concreta para el crecimiento económico y la mejora del bienestar”.