Era el contexto ideal para resurgir, volver a ser y cambiar de página. Sí, porque tanto Almirante Brown como Nueva Chicago llegaron de capa caída al duelo postergado de la octava fecha del Nacional -se iba a jugar el domingo 28 de marzo y se suspendió por el fallecimiento de Pablo Olmos, vicepresidente 1° del Torito-, con la obligación de levantar e incluso la posibilidad de hundir al rival.

Además, el match de esta noche contó con un condimento más que especial: ser un clásico. Y como se suele decir, un clásico es un partido aparte, donde queda un poco de lado el presente y pesa más el carácter y lo anímico de los protagonistas para jugar esta clase de encuentros, que vienen cargados de tensión y presiones que se transportan de las tribunas -que en el Fragata Sarmiento estaban colmadas- a un campo de juego que no lució en las mejores condiciones.

Pero nada de eso pasó: tanto el local como Mataderos ofrecieron un espectáculo chato, demostrando por qué la tabla los encuentra en la zona baja. La realidad es que el trámite de entrada fue tal y como se esperaba en la previa: friccionado, para nada vistoso y más luchado y hablado que jugado. Bien de Ascenso.

Gauna y Rizzi, un duelo repetido en la noche de Casanova (Prensa Almirante)Gauna y Rizzi, un duelo repetido en la noche de Casanova (Prensa Almirante)

De todas formas, el que más intentó fue el dueño de casa, que empujado por su gente, y casi con ese argumento como único sostén, salió a buscarlo con más empuje que fútbol y en el comienzo contó con apenas un par de ocasiones claras que llevaron poco peligro a la valla defendida por Ferrero. A su vez, la visita arrancó más atento a lo que planteó el contrincante que a lo propio. Para colmo, en el cierre de la primera parte se cruzaron feo Gauna y Villalba, Penel no dudó y ambos se quedaron con diez.

La doble expulsión generó que el partido se abriera un poco más y cambiara la tónica: el Mirasol adelantó líneas e hizo algún mérito más para abrir el marcador, pero no estuvo fino, sumado a que el arquero del Verde le sacó un mano a mano tremendo al Gurí García para evitar el 1-0 en un andar que pintaba para gol gana. Así se puede explicar la paridad sin goles en el score.

En definitiva, la repartija de puntos no favorece a ninguno -aunque Chicago se aferró a la parda y lo ve con mejores ojos que la Fragata-, los dos equipos siguen sin despegar y no le dieron una alegría a su gente. Poco agite en el Oeste.

Fue empate en el clásico del Oeste (Prensa Almirante)Fue empate en el clásico del Oeste (Prensa Almirante)
Vicente Taborda con Olé: se siente valorado en Platense, analizó al rival y mostró su deseo de ser campeón

Mirá también


Vicente Taborda con Olé: se siente valorado en Platense, analizó al rival y mostró su deseo de ser campeón

Tiene memoria, hambre y refuerzos que la rompieron: el Platense 2025 que va por la gloria en Santiago

Mirá también


Tiene memoria, hambre y refuerzos que la rompieron: el Platense 2025 que va por la gloria en Santiago