Un nuevo clima de expectativas recorre al empresariado argentino. Según los resultados de la 28° Encuesta Anual Global de PwC, más del 90% de los CEO del país cree que la economía local crecerá en 2025, un salto notable en relación con el pesimismo que predominaba hace solo un año. Esta visión está motorizada por la caída esperada de la inflación y los primeros indicios de normalización macroeconómica.

Argentina encabeza, de hecho, las proyecciones de crecimiento entre los países de la región. El 76% de los CEO locales también prevé una recuperación de la economía global, en sintonía con un contexto internacional más optimista. Este nuevo escenario contrasta con la percepción del año pasado, cuando seis de cada diez líderes empresariales preveían una contracción del Producto Interno Bruto local.

Confianza y reinvención

El clima de mayor certidumbre también impacta en cómo los ejecutivos perciben la viabilidad de sus negocios. Siete de cada diez consideran que sus empresas podrían seguir funcionando más de una década si continúan en la misma dirección estratégica. Este porcentaje es superior al registrado en países vecinos como Brasil (53%) y Uruguay (55%).

El informe también revela que el 57% de los CEO ya percibe mejoras en la efectividad de sus equipos gracias a la implementación de inteligencia artificial, y el 66% señala que mejoró su propia eficiencia personal con esta tecnología. La IA se perfila así como un vector clave en la transformación interna y en la creación de valor a largo plazo.

Sin embargo no todo es positivo. Un punto a tener en cuenta es que, pese al avance de esta herramienta dentro de las corporaciones, menos del 30% de los trabajadores cree que la IA generará oportunidades de desarrollo profesional, según datos de la encuesta Global Workforce Hopes & Fears 2024 de PwC. 

Por si fuera poco, el 58% de las compañías reconoció no contar con las habilidades técnicas necesarias para implementar IA, y un 36% identificó barreras culturales o resistencia al cambio. Además, el 48% de los colaboradores expresó preocupación por los cambios en las dinámicas de trabajo.

Agenda verde: compromiso sostenido

La otra gran prioridad de las empresas sigue siendo la sostenibilidad. El 83% de los CEO declaró haber hecho inversiones en los últimos cinco años para reducir su huella de carbono. Lo más relevante es que para el 61% de ellos estas acciones no generaron un aumento significativo de los costos operativos. Además, un 21% afirma que las iniciativas verdes incluso contribuyeron a mejorar la facturación.

Estas cifras indican que el compromiso ambiental no solo se sostiene sino que comienza a integrarse como una ventaja competitiva. La transición energética, las exigencias de los consumidores y las regulaciones internacionales empujan a las empresas a actuar con visión de largo plazo.

Prioridades en evolución

Más allá del entusiasmo por el futuro económico, los CEO coinciden en que la transformación digital, el cambio climático, la competencia global y la disrupción de las cadenas de suministro seguirán presionando al modelo de negocios tradicional. Por eso, ponen el foco en las eficiencias organizacionales, la reinvención estratégica y la agilidad para adaptarse a un entorno que ya no admite respuestas lentas.

En resumen, el empresariado argentino parece haber dejado atrás la parálisis provocada por la incertidumbre macroeconómica. Con más certezas sobre el rumbo económico y la convicción de que la innovación será clave, las compañías se preparan para un 2025 donde el crecimiento, por primera vez en años, aparece como una posibilidad concreta.