En Argentina, invertir nunca es sencillo. Y mucho menos en un año electoral, cuando la política se convierte en la variable que marca el pulso de la economía. Así lo advierte la consultora Focus Market, que analizó cómo reaccionan los ahorristas frente a un clima de alta polarización y expectativas cruzadas en torno a las próximas elecciones legislativas.
“El contexto actual refuerza la tensión en los mercados. Si el oficialismo logra ampliar su representación en el Congreso, tendrá margen para avanzar con reformas estructurales. En cambio, si la oposición suma más bancas, se consolidará un escenario de trabas legislativas que pondrá en jaque la agenda oficialista”, explicó Damián Di Pace, director de Focus Market.
El ranking de preferencias
Los datos del relevamiento muestran que el plazo fijo es hoy la herramienta más elegida por los argentinos. La explicación está en la política monetaria: en años electorales, el Banco Central suele subir la tasa de interés para absorber pesos y desalentar la dolarización. Actualmente, la tasa efectiva anual se ubica en 69,6% (4,5% mensual), un rendimiento atractivo frente a una inflación proyectada en 27,3% anual.
Sin embargo, el dólar se mantiene como segunda opción y conserva un peso simbólico y práctico en el imaginario local. “El dólar sigue siendo la moneda emocional de los argentinos. Aunque no genere intereses, se percibe como refugio de valor y seguro frente a eventuales saltos cambiarios pos-electorales”, señaló Di Pace.
La memoria de otros comicios
La experiencia reciente refuerza esa percepción. En 2015, 2019 y 2023 se repitió el mismo patrón: suba de tasas antes de las elecciones, estabilidad cambiaria temporal y, después de los comicios, fuertes reacomodamientos en el dólar. Esa “memoria económica” explica por qué los pequeños y medianos ahorristas apuestan a cubrirse en divisas aun cuando las matemáticas favorezcan al plazo fijo en el corto plazo.
Portafolios en clave anti-incertidumbre
Para los perfiles más conservadores, la estrategia recomendada es concentrarse en activos de renta fija –plazos fijos, bonos del BCRA, letras del Tesoro u obligaciones negociables– que ofrecen previsibilidad y flujo. Pero limitarse a pesos implica quedar demasiado expuesto a eventuales correcciones cambiarias.
En cambio, los perfiles moderados y agresivos suelen diversificar con acciones locales, CEDEARs de compañías internacionales y criptomonedas, que permiten dolarizar parte del portafolio y abrir la puerta a retornos más altos, aunque con mayor volatilidad.
Los errores más frecuentes
El informe también advierte sobre malas prácticas que se repiten en cada ciclo electoral:
- Comprar tarde, cuando las tasas ya están en el techo.
- Vender con pánico en medio de una baja.
- Apostar todo a un único activo.
- Dejarse llevar por rumores en redes sociales.
- Ignorar el contexto político y global.
La clave: disciplina y planificación
Más que buscar un activo perfecto, Focus Market subraya la necesidad de un plan financiero personal sólido. Ese plan debería incluir un fondo de liquidez que cubra entre tres y seis meses de gastos, diversificación de monedas, una combinación equilibrada de renta fija y variable, y activos alternativos como oro o fondos globales.
En definitiva, invertir en un año electoral argentino es como jugar al ajedrez con un tablero en movimiento. La incertidumbre electoral empuja a muchos hacia el dólar, pero la verdadera fortaleza está en diversificar, planificar y sostener decisiones con disciplina.





















