Con apenas 21 años, Matías Bonfigli es el creador de Victoria, una aplicación de inteligencia artificial diseñada para automatizar y optimizar procesos empresariales en pequeñas y medianas empresas. Desde su lanzamiento en diciembre de 2024, la solución ya fue adoptada por 16 compañías de Córdoba y promete escalar hacia otros mercados.
El joven emprendedor, autodidacta en programación desde los 13 años, reconoce que su curiosidad por la tecnología lo llevó a experimentar en diversos campos hasta encontrar su verdadera vocación: “hacer sistemas para ayudar y optimizar empresas”. Esa búsqueda derivó en el desarrollo de agentes de IA —empleados virtuales— capaces de gestionar áreas como Ventas, Compras, Administración, Recursos Humanos y Contabilidad.
De las aulas virtuales al proyecto propio
Formado en ciberseguridad y servidores en el colegio, y actualmente estudiante de Administración de Empresas, Bonfigli comenzó a programar a partir de tutoriales en YouTube. Inicialmente, quiso dedicarse al desarrollo de videojuegos, pero pronto descubrió que su interés estaba en otra dirección.
La idea de “Victoria” surgió mientras trabajaba en una compañía que perdía clientes por falta de capacidad de respuesta en el área comercial. “Los vendedores pasaron de tener 200 consultas diarias cada uno a tener 10 ya filtradas, sabiendo qué quería el cliente, dónde lo quería, quién era y cuánto estaba dispuesto a pagar”, recordó.
Un modelo flexible y transparente
Victoria ofrece un esquema de monetización basado en el uso real del sistema, con un costo inicial de US$200 el primer mes y luego un ajuste en función de las interacciones de cada cliente con la plataforma.
Además, cada implementación es altamente personalizada. “Lo que buscamos es que el sistema se adapte a la empresa, no la empresa al sistema; si una función no existe, se desarrolla e integra para responder a los procesos de cada cliente”, explicó Bonfigli.
Entre sus funcionalidades destacan la integración de ERP y CRM, generación automática de reportes, actualización instantánea de stock y precios, asignación de un número de WhatsApp para cada agente y la posibilidad de realizar pedidos vía múltiples canales (WhatsApp, Instagram, Facebook o llamadas telefónicas).
Expansión y visión de futuro
Actualmente, Victoria cuenta con un equipo de tres programadores contratados por proyecto en distintas provincias y países (Corrientes, Buenos Aires y Chile). Su base de clientes está concentrada en Córdoba, entre distribuidores mayoristas, supermercados, restaurantes, heladerías, rotiserías y empresas de construcción.
De cara al futuro, Bonfigli proyecta avanzar hacia la proactividad de los agentes de IA, capaces de realizar tareas complejas sin intervención humana, como el área de compras: “La idea es que el agente pueda investigar proveedores, comparar precios, hacer llamadas y entregar la mejor opción automáticamente”.
Al mismo tiempo, busca socios estratégicos que aporten capital y know-how empresarial. “Soy consciente de mi juventud y quiero aprender de quienes ya tienen experiencia en el mundo de los negocios”, afirmó.
El nombre “Victoria” no fue elegido al azar. Según Bonfigli, responde tanto a la idea de darle personalidad humana al sistema como a un vínculo personal con alguien cercano: “Tengo el negocio en el corazón y el corazón en el negocio”.





















