Con la entrada en vigencia del Anuncio N.º 17/2025 de la Administración Estatal de Impuestos, China implementó un nuevo esquema de transparencia comercial que redefine las responsabilidades de exportadores, agentes logísticos e importadores de todo el mundo, incluyendo a la Argentina.

La disposición, publicada como “Anuncio sobre la Optimización de Asuntos Relacionados con la Declaración de Pago Anticipado del Impuesto sobre la Renta a las Sociedades”, introduce requisitos de trazabilidad completa, licencias obligatorias y mayores controles fiscales.

Alejandra Conconi, directora ejecutiva de la Cámara Argentino China, señaló que la normativa “marca un punto de inflexión en la política comercial de China, priorizando la formalidad, la calidad y el control fiscal sobre el volumen de exportación”. Según explicó, “el objetivo es contribuir a una mayor transparencia en el comercio internacional y la normativa introduce una serie de medidas que impactan directamente en las operaciones de importadores y productores de todo el mundo, incluyendo a los argentinos”.

Cuatro claves del nuevo esquema

La regulación incorpora cuatro disposiciones centrales que modifican el funcionamiento de las operaciones:

1. Licencia propia y registro fiscal obligatorio.
Toda empresa que exporte desde China deberá estar registrada ante las autoridades fiscales y contar con una licencia de exportación antes de presentar el despacho aduanero. Los importadores argentinos deberán verificar que sus proveedores tengan licencias vigentes. En caso de que el fabricante no cuente con permiso propio, podrán intervenir empresas de trading locales que operen como intermediarias legales.

2. Identificación del productor real.
Cada operación deberá declarar obligatoriamente al fabricante o vendedor original de la carga. Las fábricas sin licencia de exportación deberán figurar en la documentación aduanera como “entidad de producción y venta”, consignando datos completos: razón social, dirección e identificación fiscal, junto con el agente de aduanas licenciado.

3. Nueva responsabilidad para forwarders y agentes logísticos.
Los freight forwarders y empresas de logística estarán obligados a reportar el exportador real. Si declaran un actor inexistente o no residente —como un transportista o un intermediario informal—, la operación será reclasificada como exportación por cuenta propia y el agente deberá pagar el impuesto a la renta sobre el valor total de la transacción, no solo sobre su comisión.

4. E-commerce bajo lupa.
Plataformas de comercio electrónico y couriers globales ya comenzaron a rechazar envíos de vendedores que no presentan documentación formal acorde a los nuevos estándares.

Efectos en bancos e importadores argentinos

El impacto no se limita a las empresas chinas. Las entidades financieras que financian importaciones deberán reforzar controles de compliance y podrían enfrentar demoras en aprobaciones por verificaciones adicionales de licencias, registros y documentación.

En el caso de los importadores argentinos, se impondrá la obligación de solicitar y validar la licencia de negocios de los proveedores, con verificación del nombre en mandarín y del objeto social. Esta información deberá cotejarse en el Sistema Nacional de Publicidad de Información Crediticia Empresarial (www.gsxt.gov.cn) para confirmar la vigencia y correspondencia con los datos declarados.

Además, se recomienda exigir copia del Formulario de Registro de Operadores de Comercio Exterior y dejar constancia contractual de cada documento respaldatorio en las operaciones de compraventa internacional.

“Estas medidas implican que todos los actores de la cadena —exportadores, importadores, forwarders y e-commerce— deberán adaptar procesos, contratos y sistemas de control para evitar sanciones y sobrecostos”, advirtió Conconi.

Con este cambio, China consolida un nuevo marco de trazabilidad que redefine las reglas del comercio exterior y obliga a los mercados compradores, como el argentino, a reforzar sus mecanismos de validación operativa y legal.