En un mercado náutico dominado por modelos importados y diseños replicados de embarcaciones estadounidenses para uso marítimo, una empresa cordobesa decidió romper el molde. Piccini Boats, liderada por Mauro Piccini, propone una nueva manera de pensar las lanchas argentinas: diseñarlas desde cero para navegar en río, con tecnologías de materiales compuestos y un nivel de detalle poco habitual en la industria local.

Lo que empezó como un hobby personal en 2019 se transformó en una empresa que ya compite en el segmento de alta gama, suma siete modelos en producción y se prepara para lanzar la embarcación más ambiciosa creada por un astillero nacional: una day boat de 36 pies, diseñada exclusivamente para exportar.

Piccini sostiene que el principal error del mercado local fue imitar embarcaciones diseñadas para el mar. “La navegación en río necesita comportamientos distintos, otra lógica de casco, otra forma de cortar el agua”, explica. Por eso, Piccini Boats desarrolló sus propios fondos y cascos —los llamados “fondos arena”— junto a un arquitecto naval.

El resultado: lanchas más estables, más seguras y más adaptadas a la realidad de la navegación argentina, desde puertos deportivos hasta brazos angostos y aguas de baja profundidad.

La ventaja competitiva de Piccini Boats no está solo en la estética. Viene de un conocimiento profundo del trabajo con materiales compuestos, en particular la fibra de vidrio, un expertise heredado de décadas de producción industrial en Indusplast, la fábrica de piscinas de fibra de vidrio más grande del país.

Sabemos hasta dónde el material puede ser exigido sin comprometer seguridad”, asegura Piccini. Ese dominio técnico permite crear embarcaciones con filos más marcados, líneas agresivas y un acabado final de precisión.

Toda la fibra utilizada —importada de China y Egipto, la misma que circula en el mercado global— es procesada bajo estándares propios. El diseño incorpora incluso la contracción natural del material dentro de la forma final, algo que pocas marcas locales contemplan.

Siete modelos, un salto productivo y un cliente más exigente

Piccini Boats lanzó siete modelos deportivos de entre 19 y 23 pies, los más buscados del mercado. Aunque el plan original era fabricar apenas 12 unidades al año, la demanda superó todo pronóstico: en septiembre llegaron a producir 26 lanchas en un solo mes.

El catálogo actual cubre dos segmentos:

  • Entrada de gama — US$ 20.000 a 25.000: barcos pensados para navegación recreativa, con buena relación precio-calidad.
  • Alta gama — US$ 28.000 a 65.000: embarcaciones con mayor diseño, equipamiento premium y opciones de personalización.

El cliente típico evolucionó: hoy busca estética, tecnología y confort, pero también un producto nacional con respaldo técnico, repuestos garantizados y diseño propio.

Para los próximos modelos, Piccini incorporó la mirada del diseñador industrial Manuel Díaz, reconocido por su trabajo con marcas como Alfa Romeo y Ducati. Su participación apunta a potenciar la identidad visual de Piccini Boats y darle una estética global al nuevo portafolio.

No queremos que parezca una lancha argentina. Queremos que parezca una lancha del mundo, pero hecha acá”, señala Piccini.

El proyecto insignia: una embarcación de 36 pies que apunta a Europa y EE.UU.

El desarrollo más importante de la empresa es una embarcación de 36 pies, pensada como day boat de uso diario y diseñada 100% para exportación.

Entre sus características:

  • Dos motores de 350 HP (700 HP en total)
  • Autonomía para unir Buenos Aires o con Punta del Este y regresar sin recargar
  • Baño con ducha y espacio para cuatro personas
  • Equipamiento electrónico de última generación
  • Tapicería importada de Japón y herrajes premium
  • Precio estimado: US$ 250.000

La primera unidad está próxima a ser botada y ya cuenta con acuerdos cerrados con proveedores europeos de alto estándar.

El desafío económico: vender un producto premium en un mercado frenado

El freno del consumo después de julio golpeó especialmente a los bienes durables, incluida la náutica. Para Piccini Boats, el obstáculo más grande es el mismo que enfrenta todo el sector: sin financiamiento, el mercado se achica. Las ventas quedan limitadas a compradores con acceso a dólares billete o ahorro previo.

Aun así, las expectativas son altas. Con el 36 pies como emblema y dos nuevos modelos programados para el año próximo, el objetivo de Piccini es consolidar la marca en Argentina y, al mismo tiempo, abrir un camino real a la exportación.