
«Nueva inscripción en la lista del #PatrimonioInmaterial: El cuarteto: música, danza y letras en la ciudad de Córdoba, Argentina. ¡Felicidades!», anunció UNESCO en su cuenta oficial en español.
Así se conoció la noticia esta mañana de martes 9 de diciembre de 2025 que la música que identifica a los cordobeses ahora es Patrimonio de la Humanidad, como un modo de reconocimiento a su valor cultural, a la vez que preservación.
La buena nueva fue celebrada también en la misma red social por el intendente de la ciudad de Córdoba, Daniel Passerini. En el posteo, sostuvo: «El tunga tunga, orgullo cordobés y ahora también de toda la humanidad. La UNESCO declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a nuestro querido cuarteto: ese ritmo que nació en Córdoba, que Leonor Marzano hizo eterno y que hoy late en cada barrio, en cada baile y en cada familia. Porque, como dice La Mona, los cordobeses cuarteteamos hasta morir. El cuarteto es parte de nuestra identidad y de nuestra historia. Nos une, nos alegra y nos acompaña siempre: en el colectivo, en el auto, en las fiestas, en los asados. Y también en las escuelas, donde ya lo transmitimos a las nuevas generaciones. Hoy el mundo reconoce lo que los cordobeses sentimos desde siempre: el cuarteto es cultura, es pueblo y es corazón».
En tanto, en la página oficial, UNESCO define el concepto de este tipo de reconocimientos: «El ámbito ‘tradiciones y expresiones orales’ abarca una inmensa variedad de formas habladas, como proverbios, adivinanzas, cuentos, canciones infantiles, leyendas, mitos, cantos y poemas épicos, sortilegios, plegarias, salmodias, canciones, representaciones dramáticas, etc. Las tradiciones y expresiones orales sirven para transmitir conocimientos, valores culturales y sociales, y una memoria colectiva. Son fundamentales para mantener vivas las culturas».
Y continúa: «Algunos tipos de expresiones orales son de uso corriente y pueden ser utilizadas por comunidades enteras, mientras que otras están circunscritas a determinados grupos sociales, por ejemplo los varones o las mujeres solamente, o los ancianos de la comunidad. En muchas sociedades, el cultivo de las tradiciones orales es una ocupación muy especializada y la comunidad tiene en gran estima a sus intérpretes profesionales, que considera guardianes de la memoria colectiva. Estos intérpretes se encuentran en comunidades de todo el mundo. Mientras que en las sociedades no occidentales son de sobra conocidos los poetas y narradores como los griots y los dyelli de África, también en Europa y en América del Norte subsiste una rica tradición oral. En Alemania y en los Estados Unidos, por ejemplo, hay centenares de narradores profesionales de cuentos».






















