Organizado por Matías Ontivero, destacado sommelier cordobés, el evento con formato de feria, se desarrolló en Bohemian Wine Club (Caseros 88).
La experiencia del evento se dividió en diferentes espacios, cada uno ofreciendo una vivencia única y especial.
En el primer espacio, se destacaron las mesas de bodegas icónicas como Barón B, Chandon y Alfredo Roca, que representaron el punto de partida ideal para adentrarse en el fascinante mundo de las burbujas.
En el segundo espacio, brillaron nombres como María Codorníu y Alma Negra, el espumante estrella de Bodega Catena Zapata. También estuvieron presentes los vinos orgánicos de Tikal, consolidando una experiencia gourmet de alto nivel.
El tercer espacio, ubicado en el subsuelo histórico, ofreció un ambiente privilegiado con vistas a los restos del casco histórico y la bodega misma. En este escenario se presentaron espumantes de altísima calidad, entre los cuales destacaron los franceses, para los que se requería un pago adicional para su degustación. Además, se incluyó una selección de proseccos italianos, españoles y alemanes como Gosset o Henkell entre otras importantisimas marcas.
También se presentaron dos propuestas cordobesas innovadoras como Sineres: Un espumante demi-sec elaborado con el método champenoise, producido en Villa Belgrano con una producción limitada de 7.000 botellas anuales. Las uvas utilizadas provienen de Potrero de Garay, lo que le otorga una identidad única.
Siguiendo, la champañera San Lorenzo, ubicada en Los Reartes, es una de las más nuevas de la región y la única en Córdoba que emplea el método charmat, posicionándose como una opción prometedora en la zona.
Un destacado fue el vino burbujeante de Alfredo Roca, una bodega con amplia experiencia y reconocida como una de las mejores del país. Otro hallazgo interesante fue el espumante de autor Nasha, que ofrece una excelente relación calidad-precio. Su cautivadora etiqueta y su reciente presencia en el mercado cordobés prometen gran potencial.
Los espumosos hechos bajo el método charmat tienen un sabor más ligero y menos a levadura. El prosecco tiende a ser un poco más dulce que el champán o el cava, con burbujas más grandes y notas de sabores de manzana, pera, cáscara de limón, flores claras e incluso frutas tropicales. Los participantes degustaron, además de una exquisita variedad de vinos espumosos, una selección de empanadas.
El evento también reivindicó el peso del centro de Córdoba, una zona histórica que merece mayor notoriedad, especialmente en su vida nocturna. La revitalización del casco histórico como sede de este tipo de encuentros subraya su capacidad para combinar cultura, patrimonio y modernidad, devolviéndole el protagonismo que ha quedado relegado con el tiempo.
El mismo contó con la presencia del sommelier Roberto Colmenarejo, referente en Córdoba y mentor de numerosas figuras del rubro.Matías Ontivero, con su espíritu innovador, logró revitalizar el casco histórico cordobés, invitando a la gente a sumergirse en un evento que celebró las “nobles burbujas”.
Córdoba Champagne Day fue un evento único que demostró el potencial de las burbujas para conectar tradición, innovación y cultura en un solo brindis. ¡Salud.!
