Un total de 35.411 votantes fueron llamados a las urnas.

Un total de 35.411 votantes fueron llamados a las urnas.

En 33 de los 37 centros de votación, 77% de los ciudadanos se pronunció a favor de conceder a las mujeres la libre elección de abortar hasta las 12 semanas de embarazo o en caso de amenaza para la vida de la madre o de malformaciones en el feto, según la agencia de noticias AFP.

La cuestión de la legalización del aborto aparecía como muy controvertida en este pequeño estado de fuerte tradición católica y geográficamente rodeado por Italia, donde la interrupción del embarazo es legal desde hace 43 años.

Los activistas a favor de la iniciativa esperaban que esta pintoresca república se alineara con la mayor parte de Europa en el levantamiento de lo que actualmente es una prohibición absoluta de interrumpir un embarazo.

Pero la influencia de la iglesia católica sigue siendo fuerte y el papa Francisco reiteró la semana pasada su posición inflexible afirmando que el aborto es «un asesinato».

Un total de 35.411 votantes fueron llamados a las urnas, un tercio de ellos en el extranjero.

San Marino, Malta, Andorra y el Vaticano son los últimos lugares de Europa que tiene una prohibición total del aborto, incluso en casos de violación o incesto, de graves daños al feto o de riesgo para la vida de la madre.

El referendo fue impulsado por la Unión de Mujeres de San Marino (UDS).

La pregunta fue si se debe permitir o no el aborto hasta las 12 semanas de embarazo.

A partir de la duodécima semana, el aborto solo se permitiría si la vida de la madre estuviera en peligro o en caso de anomalías fetales que pudieran perjudicar a la mujer física o psicológicamente.

«Esperamos ganar, la mayoría de los jóvenes están de nuestro lado, porque es un tema que afecta directamente sus vidas», había dicho Francesca Nicolini, una médica de 60 años y miembro de la UDS.

«Es inaceptable tratar de criminales a las mujeres que se ven obligadas a abortar», sostuvo.

En la actualidad, el aborto conlleva una pena de hasta tres años de prisión para la mujer y de seis años para el médico que realiza el procedimiento. Sin embargo, nunca se condenó a nadie.

Las mujeres que deciden abortar suelen viajar a Italia para hacerlo.

La oposición a la despenalización del aborto parecía fuerte y estuvo liderada por el gobernante Partido Demócrata Cristiano, de fuertes vínculos con la Iglesia católica.

El obispo de San Marino-Montefeltro, Andrea Turazzi, señaló que la Iglesia está «decididamente en contra», recordando las palabras del papa Francisco la semana pasada.

«Científicamente es una vida humana. ¿Es correcto acabar con ella para resolver un problema?», dijo el pontífice a los periodistas de regreso de su viaje a Eslovaquia.

«La población está muy dividida sobre el tema», afirma Manuel Ciavatta, vicesecretario del Partido Demócrata Cristiano, que cuenta con algo más de un tercio de los diputados.

«E incluso en el parlamento, hay miembros de partidos progresistas que están en contra del aborto, y diputados de la derecha que están a favor del derecho al aborto, especialmente en casos de violación o de anomalías fetales», indicó.

No obstante, Ciavatta afirmó que, sea cual sea el resultado, su partido «respetará la voz de los votantes».