Desde el momento en que fue detenido, Norman Ariel Próspero (55) quiso declarar. La primera decisión fue escindirse de Leonardo Cositorto y Maximiliano Batista, los líderes y creadores de Generación ZOE. Lo comunicó a través de un gesto: designó a Graciela Díaz como defensora y rechazó el patrocinio letrado de Miguel Ángel Pierri, el abogado porteño que defiende a Cositorto y Batista.

Quizás por eso fue una de las primeras indagatorias que fijó la fiscal de Instrucción de Villa María, Juliana Companys.

El viernes pasado Próspero fue indagado. Por consejo de su defensora no se explayó y solo hizo algunas aclaraciones. Una vez que la abogada lea el expediente y analice en detalle los hechos por los cuales está acusado, lo más probable es que pida ampliar su declaración. Su actitud es un dato: no hay pacto de silencio y quiere mostrar que no participa de complicidades.

La imputación es por los delitos de asociación ilícita y estafas. Hasta el viernes, el requerimiento fiscal contenía cuatro defraudaciones pero le anticiparon a Próspero que se sumarán más porque hay una decena de denuncias nuevas.

Para la fiscal, Norman Próspero fue el vínculo entre Generación ZOE Villa María y la sede porteña. Se analiza si participó en toda la trama de negocios del holding que se presentaba con numerosas inversiones, como locales gastronómicos, clubes de fútbol y criptomoneda, entre otros.

El profesional negó los hechos que le endilgan. En particular rechazó ser el contador de Alcoaches SAS, la empresa creada por Claudio Álvarez como una asociación de formación de coaches.

También dio referencias de su trayectoria de dos décadas como contador y explicó que fue contactado por Generación ZOE Villa María para “realizar tareas puntuales, como asesor externo”, detalló su abogada a PERFIL CÓRDOBA.

En su declaración, el profesional contó que durante la mañana del 19 de febrero, cuando fue detenido en la ciudad de Buenos Aires, fue la primera vez que lo contactaron ahorristas de ZOE Villa María. Y explicó que esa circunstancia ocurrió porque su número telefónico había sido ploteado en los vidrios del local. Elípticamente, culpó a Álvarez de involucrarlo en el negocio villamariense.

La abogada Díaz subrayó que Próspero no presenta riesgo procesal porque acreditó su domicilio real, laboral, título habilitante, su arraigo con una familia con dos hijos e ingresos también comprobables. Con esto procura su libertad.

El viernes fue una jornada intensa en los despachos de la fiscal Juliana Companys. Durante la mañana, ordenó la detención por falso testimonio de María Eugenia Garaffini. Eso demoró la declaración de Próspero. Por la tarde, la magistrada anunció que cuatro de las siete personas que estaban prófugas se habían entregado en Villa Carlos Paz, al cabo de varios allanamientos. Ya están detenidos el referente villamariense de ZOE, Claudio Álvarez, su madre, Silvia Fermani, su hermana Ivana Álvarez y la pareja, Silvio Schamne. Siguen en calidad de prófugos con captura internacional Leonardo Cositorto, posiblemente en el Caribe; Maximiliano Batista, se presume en Holanda, y Florencia Álvarez, hermana menor de Claudio.

Especial, por María Esther Romero, para Perfil Córdoba.