Luego de que el domingo se conociera la disposición de cerrar el registro de declaraciones para las ventas de harina y aceites de soja al exterior, desde círculos políticos y productivos llovieron críticas. Es que esa decisión sería la previa a un nuevo incremento en las retenciones agroindustriales. En este caso se espera que la suba impacte en el tramo de la industrialización.

Es que el poroto de soja paga 33% en concepto de derechos de exportación, pero su fase industrializada tiene un diferencial para promover esa actividad que implica mayor valor agregado: tanto la venta de harina como de aceite de soja abonan el 31%. Así, se especula que en las próximas horas esos ítems subirían otro 2%, perdiendo el diferencial contra el commoditie y desincentivando la industrialización que tantas veces se pregona.

Uno de los primeros en criticar la medida fue el gobernador de Córdoba. Ayer Schiaretti comunicó en Twitter: “En relación al cierre de las exportaciones de harina y aceite de soja rechazo esta medida porque perjudica la producción cordobesa y va en contra del ingreso de divisas que son necesarias para nuestro país”.

En tanto, otro gobernador, Omar Peretti de Santa Fe también fijó su posición en términos más duros que el mandatario cordobés: “La suspensión de las exportaciones de harinas y aceite de soja, frenará el ingreso de las divisas que necesita el país. Se debe tener cuidado con incentivar a la desindustrialización. Lo que necesitamos es agregar valor, generar empleos y lograr inversiones”.

Gran parte del sector productivo privado de las provincias involucradas viene manifestándose al respecto. En Córdoba, un espacio que concentra a esos sectores es la Mesa de la Producción Provincia de Córdoba. En un comunicado este lunes la entidad expresó:

“Preocupación por los derechos de exportación

Ante el anuncio de la suspensión de exportaciones de derivados industrializados de soja, la Mesa de la Producción de Córdoba expresa su preocupación pues constituye una señal negativa tanto para esa cadena como para todo el sector productivo.

Si esta suspensión luego apareja una suba del diferencial de retenciones para esos subproductos, nos encontramos nuevamente ante un incremento de la carga estatal a las cadenas productivas. La presión fiscal es un desincentivo para la producción y, en este caso particular, para un sector generador de divisas genuinas. Las suspensiones de exportaciones, por otro lado, restan previsibilidad a un sector altamente competitivo.

Por último, la suspensión de exportaciones y la posible quita del diferencial de retenciones es una señal que afecta a una industria que aporta valor y genera empleo. Asimismo, desalienta cualquier evaluación de potenciales inversiones tanto en este sector como en cualquier otro ya que sigue alimentando la incertidumbre y la inseguridad jurídica”.

Adhieren por la Mesa de la Producción de Córdoba • Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCba) • Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) • Cámara de Comercio de Córdoba (CCC) • Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (CaCEC) • Cámara de la Construcción – Delegación Córdoba (Camarco) • Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez) • Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) • Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) • Federación Agraria Argentina (FAA) • Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) • Sociedad Rural Argentina (SRA) • Unión Industrial de Córdoba (UIC).

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