La ruptura entre el presidente y su compañera de fórmula quedó en evidencia. Hubo un desplante y fue confirmado. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, reveló en conferencia de prensa que Alberto Fernández se puso a disposición de Cristina Kirchner tras los destrozos a su despacho durante las protestas contra el acuerdo con el FMI que se debatía en Diputado. Sin embargo, del otro lado solo hubo silencio.
“El presidente se comunicó sin tener respuesta con la vicepresidenta y con su secretario privado”, reveló la vocera del jefe de Estado. Al tiempo que resaltó que el Gobierno condenó públicamente el ataque a la oficina de la vicepresidenta. Y agregó: “Nos parece un hecho muy grave así como el ataque a todo el Congreso. Esto no quiere decir criminalizar la protesta social”.
En ese sentido, manifestó que “lo más importante es actuar” cuando “sucede algo que afecta al gobierno en su conjunto”. “No creamos que la política sucede en las redes”, sentenció. También aclaró que el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, “estuvo permanentemente a cargo de la situación para que se encuentren muy rápido a los responsables”.
Sobre la tensa relación entre Cristina y Alberto Fernández, la funcionaria fue tajante y diferenció las relaciones personales de las políticas. “Somos una coalición de gobierno que se mantiene unida dando las batallas que hay que dar contra los enemigos que de verdad tenemos”, sostuvo. Tal como lo hizo el mandatario nacional –este viernes «iniciará la guerra» contra la inflación-, insistió: “Hoy el verdadero enemigo de la sociedad argentina es el alza de los precios, que es la inflación”.