«El plan que estamos armando es apolítico, eh? ¿Queda claro? A-po-lí-ti-co. Va a estar disponible para todas las fuerzas políticas que compitan en las elecciones del 2023”. Con la verborragia que lo caracteriza, Carlos Melconian trataba de dejar en claro en su presentación como presidente del Ieral de la Fundación Mediterránea que el trabajo no estaba destinado a un potencial gobierno de Juntos por Cambio, tal como intuían el empresariado y el mercado (algunos todavía lo creen). Aunque no logró despejar todas las dudas que generó su designación, en marzo de este año, al menos logró encantar a buena parte de los empresarios que se llegaron hasta el Holiday Inn paraa escucharlo. Ese día les habló directo a los empresarios. “El desafío se cumplió con creces. Carlos va a hacer un buen papel en el Ieral: el programa que va a armar va a ayudar para que el país salga adelante”, dijeron desde la Mediterránea,

El más hábil de los economistas arriba de un escenario se retiró confiado luego del ok empresarial de la Mediterránea que hasta ese momento lo miraba de reojo. “Estamos bien, fue muy positivo”, dijo escueto cuando se retiraba junto a su equipo de trabajo.

Tres meses después, Melconian contó su plan, una vez más, a un político. Y lo había hecho con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Mauricio Macri y hasta Sergio Massa. Esta vez, sin embargo, la trascendencia fue mucho mayor, porque quien escuchaba fue Cristina Fernández de Kirchner, en la casa de uno de los secretarios de la vice, reunión que contó, además, con la presencia de la presidenta de la Fundación Mediterránea, María Pía Astori. Y en un contexto caliente, con la interna del Frente de Todos al rojo vivo, con el ministro Martín Guzmán en la mira del kirchnerismo duro.

Qué se dijo y qué no. “Yo no tengo un discurso en privado y otro en público, así que vayan imaginando todo lo hablado ahí, institucional como no institucional, tiene que ver con lo mismo que vengo diciendo desde hace 30 años”, dijo Melconian. “Aunque yo no esté de acuerdo ni con su gobierno ni con lo ideológico, a mí me llama un presidente o un vicepresidente, y voy, ¿cómo no voy a ir? Yo voy a hablar con todos: distinto es que después uno ya quiera o no hacer algo con ellos”, agregó Melconian. “Con la reunión con Cristina llené el álbum, porque yo he estado con todos”, destacó en diálogo con Radio Mitre.

“Como yo tengo códigos, hablé poco de este tema con los periodistas, pero lo que leí está bien, me tengo que comer (sic) las repercusiones, porque yo he sido muy crítico (del kirchnerismo)”, indicó Melconian.

Y añadió: “Esto es por encima de la grieta: la reunión fue el miércoles pasado, pero se enmarca en lo que hemos hecho público desde Ieral, que es nuestro deseo de hablar con todo el mundo, nos hemos tomado muy a pecho esto de hablar con todo el mundo, hemos estado con gobernadores, con dirigentes, con la iglesia, con los empresarios, con todos. Y ahora nos reunimos con Cristina”, sostuvo el economista, remarcando la necesidad de “que hace falta que el año próximo todos trabajemos en un programa para el pueblo argentino. Yo trabajo para todos los argentinos, trabajo por el país, no me importa lo que me digan en las redes sociales”.

Sin sorpresas. “No me sorprendió que me llamaran para reunirme, como tampoco me sorprendió cuando me llamaron otros presidentes”, precisó Melconian, destacando que “yo les digo a todos lo mismo: que el fisco no va más, que la emisión produce inflación, que los planes tal como están no van más. En su momento, le dije a Macri que la salida al dólar no podía ser el súper cepo, que las importaciones no son camisas de Taiwán, que sin importaciones la industria no puede funcionar, que los políticos no se pueden cagar a trompadas entre ellos”, señaló.

Fiel a su estilo, Melconian sostuvo que “me gusta este quilombo porque para poner en marcha a la Argentina va a implicar meter adentro a todo lo que se pueda, hay que darle la chance a que la gente cambie”. “Mi tarea no es buscar acuerdos desde el punto de vista político, yo me remito a lo mío, pero si no tenés a la política detrás de tu proyecto no se puede”, destacó.

“Quiero volver al país que imaginamos desde el Ieral. El gobierno tiene que agarrar el manual de cómo se llega a la otra orilla, pero no sacaron el manual a la cancha después de las elecciones de medio tiempo, lo único que hubo fue un acuerdo con el FMI, que también se lo viola”. “De algunas modificaciones clásicas no se van a salvar, y esto no lo digo con alegría ni con tristeza, fue también lo que tuvo que hacer Fábregas durante el gobierno de Mauricio Macri”, añadió.

Respecto al debate sobre planes y movimientos sociales sostuvo: “La gente está mal, paliativos hay que dar, que no es la solución. La solución es que haya empleo formal, pero el paliativo tiene que ser una transición a la búsqueda de un empleo y te dicen en la cara que se quedan con una comisión de los planes y eso no puede ser”.

El plan del Ieral para el próximo gobierno
Los ejes del programa en el que trabajan Carlos Melconian se basan en “consistencia de verdad y no de sarasa, fiscal, monetaria y cambiaria; precios relativos; acuerdos y equipos. No puede faltar ninguno de estos ingredientes. Nunca concebí el crecimiento sin inclusión social y con armonización federal. Por eso hemos venido a la Mediterránea: para estar de Ushuaia a La Quiaca”, enfatizó en la presentación del programa que realizó en Córdoba y luego en otras provincias.