Por Rodrigo Miranda, especial para Perfil Córdoba.

Metido de lleno en sus aspiraciones presidenciales, el diputado nacional Javier Milei fue el protagonista central de un acto en Córdoba que congregó a dirigentes locales y de provincias vecinas, a los que se sumó un grupo de militantes y simpatizantes de Capital, Villa María, Río Cuarto, Carlos Paz y Bell Ville.

En territorio cordobés, el referente libertario recibió el apoyo de los partidos Demócrata, Libertario y el MID, en la alianza la Libertad Avanza. También adquiere protagonismo su pata joven, representada en la Juventud Libertaria.

Milei fue el encargado de cerrar el encuentro que se desarrolló en la tarde del sábado en el Studio Theater, ubicado en pleno centro de Córdoba, y que congregó a unas 500 personas que identifican su figura en torno a las ideas liberales y comparten las reformas pro-mercado y el freno a la casta política que impulsa en su carrera a la presidencia de la nación.

Con su fuerte protagonismo en territorio porteño, Milei y sus estrategas buscan desembarcar fuerte en los distritos más poblados del país con la presentación de un programa económico para la Argentina, y alejado de la interna libertaria, de cara a la disputa electoral del año próximo.

El acto se anunció como la primera jornada cordobesa de la Libertad Avanza para compartir el análisis de la realidad social y económica que atraviesa el país y lanzar las propuestas del espacio concentradas en lo que dio en llamar el “plan motosierra” del Estado que apunta a tres generaciones de reformas en un proceso secuencial que “no puede quemar etapas”, se advirtió desde su entorno.

La previa. Antes de que subiera al escenario el líder del espacio, hablaron el joven empresario cordobés Francisco Pendas, la economista santafesina Romina Diez; los legisladores Rebeca Fleitas, de CABA, y Martín Menem, de La Rioja; y la referente del espacio de juventud “Generación Libertaria”, MilaZurbriggen. Como invitadas estuvieron la economista Diana Mondino y la abogada Verónica Sikora.

En todo el trayecto de su discurso, Milei apuntó duro contra la casta política atribuyéndole toda la responsabilidad de haber llevado a la Argentina “a la miseria y la pobreza”.

El economista con traje de candidato afirmó que el Estado es una “organización criminal” que, con la fuerte presión de los impuestos, termina “destruyendo a la sociedad”. La otra pata de esa situación que cuestiona es el echar mano al endeudamiento y la maquinita de emisión de pesos que produce inflación.

En su discurso, el libertario calificó de “nefasta” la frase pronunciada por la castra política de “donde hay una necesidad nace un derecho”. En ese sentido, advirtió que “tenemos necesidades infinitas y recursos escasos”.

En el marco de su proyecto presidencial, pidió poner un freno al modelo de la casta política y hacer un giro de 280 grados hacia reformas pro-mercado. Con su plan económico, Milei se mostró convencido que el propósito “es terminar con la pobreza y convertir a la Argentina en potencia en 35 años”.

Sostuvo que la realidad no cambiará de un día para el otro. Al respecto, Milei afirmó que su espacio viene a plantear “verdades incómodas para cambiar la Argentina de verdad”.

“Sabemos qué hay que hay que hacer y cómo hacerlo”, destacó y resaltó que no viene a mentirle a la gente. Habló de una senda para que la Argentina salga de la miseria y vaya hacia el crecimiento, pero eso “no será de un día para el otro”, apuntó.

En esta línea, Milei trazó un camino en torno al capitalismo, pero con trabajo duro y medidas de largo plazo que llevarán 35 años para alcanzar el objetivo de una Argentina como potencia y claro crecimiento.

En tribuna partidaria, aseguró que busca poner de pie a la Argentina con su plan económico que concentra tres generaciones de reformas. Claramente reformas pro-mercado, aunque sumó que hay que dar “una batalla moral y cultura” ante “una casta que nunca se rinde”.

En este plano cargó durísimo contra la dirigencia política actual y reforzó su figura al mostrarse como un “outsider”.

Ataque a la casta política. Al retomar la idea de la política de que “en donde hay una necesidad nace un derecho”, Milei aseveró que “ese derecho alguien lo tiene que pagar” y sostuvo que cada argentino lo paga con “impuestos” y también con la deuda pública que es “impuesto futuro”.

“No vamos a aceptar deuda porque es inmoral”, sentenció ante el endeudamiento tomado por la casta política. A esto sumó su rechazo a que le den rosca a la maquinita, que luego se traduce en inflación.

En este punto expuso cómo fue el proceso inflacionario desde el primer gobierno kirchnerista hasta nuestros días. Aunque no se olvidó de mencionar al macrismo (“kirchnerismo de buenos modales”) y su cuota de responsabilidad. Proyectó una inflación más allá del 85% para este año.

En clave electoral, Milei llamó a ponerle un freno a los privilegios de la casta política. Aseguró que la solución no está en manos de la casta sino de su espacio la Libertad Avanza que se abre paso de cara al escenario 2023.

Para ello, pidió “involucrarse en la política” para “transformar la Argentina en serio”. Hizo referencia a “meterse en el barro de la política”. Así le habló a la gente de a pie y a los representantes de sectores productivos y sociales del país. “No vine a la política a arriar corderos vine a despertar leones”, acentuó.

La economía. En cuanto a su programa económico, planteó de arranque la reforma del Estado: bajar gasto público, lo que dio en llamar su “plan motosierra” de partidas que defiende la casta política, y luego bajar impuestos.

A su vez, propuso eliminar la obra pública e ir hacia el modelo chileno de iniciativa privada. También alentó a poner fin a las transferencias discrecionales de la Nación y “calibrar” una ecuación con una regulación en materia de subsidios económicos. A su plan sumó la propuesta de la privatización de las empresas públicas.

Milei advirtió que para abrir la economía, no se puede hacer si antes no se avanzó en las reformas fiscal y laboral. Si no se sigue la secuencialidad que fija su plan económico, esto “no termina bien”. Luego, en cuanto a la reforma bancaria, puso el foco en eliminar el Banco Central. Su mayor caballito de batalla.

Las reformas de segunda generación implican avanzar en una reforma previsional (aunque aclaró sin tocar a los jubilados) y un retiro voluntario en el sector público. Las de tercer tipo implican reformar el sistema educativo, salud y seguridad.