Es un sonido inconfundible. Es el sonido de la desaprobación a un equipo que no para de desaprovechar oportunidades. Los silbidos una vez concluido el 0-0 entre San Martín y Gimnasia de Mendoza parecieran ser un poco exagerados. Sin embargo, un sector de la cancha se cansó de esperar buenos resultados para acercarse a Belgrano, el único líder de la Primera Nacional. La Ciudadela despidió a los jugadores con gestos de rechazo y, como si fuera poco, ahora el Santo tendrá una dura prueba vs. All Boys en Floresta.

UNA DE LAS ATAJADAS DE GIMÉNEZ

“Más que enojo, es la ansiedad de la gente. Nosotros también tenemos esa ansiedad y el hincha te lo hace sentir porque éste es un club que debe estar en Primera”, dijo Hernán Pellerano, el capitán, tratando de bajar un cambio a lo sucedido luego de la igualdad. Para colmo, el referente tuvo que salir a bancar al entrenador Pablo de Muner, después de algunos rumores en los que se ponía en duda su continuidad.

La bronca de los fanas se centra en la gran cantidad de chances de dejó pasar el Ciruja para arrimarse al Pirata, a quien enfrentará en la fecha 33. En los últimos tres encuentros, los de Córdoba sumaron apenas un punto (1-1 contra Sacachispas), mientras que los tucumanos cosecharon solo dos unidades, tras los empates con Chaco For Ever y el Lobo mendocino.

EL GOL BIEN ANULADO AL CIRUJA

Ayer, San Martín hizo todos los deberes para quedarse con el triunfo y dejar las dudas en el pasado. Luego de un primer tiempo en el que lo pudieron lastimar de contra, el técnico metió mano en el complemento y puso en aprietos a la visita, que se tuvo que apoyar en la figura de Tomás Giménez (lleva 857’ sin que le conviertan) para mantener el cero en su arco y estirar su racha positiva a 14 sin caer.