Le entraba agua por todos los costados. De a poco se iba hundiendo y las ilusiones por salvar el partido cada vez estaban más lejos. Como si fuera poco, el 0-2 en apenas algunos minutos del primer tiempo no auguraban un buen destino. Pero La Fragata se aferró a la última esperanza que tenía y, contra viento y marea, sacó a flojo un encuentro que parecía perdido. Sí, levantó un partidazo frente a Temperley y cosechó tres puntos importantísimos para quedar ahí nomás de los puestos de Reducido.

El primer tiempo tuvo de todo: intensidad, cuchillo entre los dientes y tres goles. Pese a la localía, el Gasolero aprovechó el envión de las victorias ante Chacarita y frente a Chicago para pisar fuerte fuera de su casa. Así, abrió el marcador a través de un buen centro de Facundo Pumpido para la aparición goleadora de Franco Díaz y estiró la diferencia poco después con un cabezazo de Gaspar Vega. Sin embargo, no se pudo relajar. ¿Por qué? Almirante alcanzó a descontar por medio de un remate del Gurí García que se desvió en un defensor de la visita.

En el complemento, Fabián Nardozza quemó las naves: metió todo lo que tenía en el banco y enderezó el rumbo a partir de la determinación y el carácter que demostró. Pese a su estatura, Pomelo Vera se hizo gigante en el área para poner el empate. Y más allá de la roja a Dattola, el mirasol lo ganó con un testazo de Álvaro López: 3-2 y fiesta.